Todo, absolutamente todo lo que ocurre tiene una lógica primordial, inevitable a pesar de los esfuerzos oficiosos que pretenden vendernos una realidad alterna. El asesinato artero de periodistas, el espionaje oficial, y las consecuentes cifras de rechazo a la figura del presidente de la República; todo responde a una lógica dialéctica inevitable –por más ‘grillo’ o ‘romántico’ que suene el término-.
Por partes –refiere Jack-. El periodismo es la fórmula que escribe la historia de los pueblos en tiempos modernos. Los periodistas no mueren “por razones inexplicables”, “por azares del destino”, “por generación espontánea”, y mucho menos porque “…los cárteles de la droga”; nada de eso, es vil y pura violencia administrativa y en todo caso sí, por dictados de los Cárteles que tienen nombramientos de funcionarios públicos y arreglan sus asuntos con la prepotencia e impunidad que les permite el cargo por el cual –dicho sea de paso, los ciudadanos les pagamos; es decir, hasta se dan el lujo LOS PERROS, de morder la mano del amo-.
Trasciende pues la ‘mentada de madre’ de Javier Duarte y su insolente sonrisa de… -me ahorro mis comentarios personales-, al decir que prefiere que lo juzguen en México. Un infeliz rata y criminal como éste, quien todavía se da el lujo de retarnos a los mexicanos. Claro, trasciende de ello, la infaltable figura de los “perritos falderos”, los esbirros que reciben los sobornos, como en el caso de Veracruz, -y Quintana Roo que no se nos olvide-, los diputados quienes recibieron cualquier cantidad de dinero por facilitarles las cosas a los FATSOS personajes; Javier Duarte y Roberto Borge.
La otra parte; el espionaje institucional y el nivel de “funcionarios públicos” que tenemos en México -¡de vergüenza internacional!- Es impresionante que cuando preguntan a Peña Nieto sobre el espionaje lo justifique diciendo “pues hasta a mí me han espiado…” –ahora sí que como decía “el valedor”, Tomás Mojarro: “pasummm”, o esa otra: “México pa’ leer entre líneas…”-.
Nos deben, no sólo las muertes impunes de inocentes, colaterales y selectivos; 70 muertos diariamente ‘y sigue la mata dando’, pero en especial, trascienden los 36 compañeros periodistas asesinados durante el sexenio.
Entonces, ‘¿para qué tanto brinco si está el suelo tan parejo?’ La consecuencia, 73% de los mexicanos desaprobamos a la actual administración, más del 50% no creemos una sola palabra salida de la boca del presidente y encima, nos hacen las jugarretas de preparar todo para dejar libre a Javier Duarte, con especial dedicatoria a Roberto Borge…
Sólo para llamar la atención. La violencia, aún local, no se dirige exclusivamente a quienes están relacionados con la delincuencia; están vigilando (tomando fotos, siguiendo, recabando datos), para posteriormente secuestrar a empresarios quintanarroenses. ¿Se los vamos a permitir?