“Si no peleas para acabar con
la corrupción y la podredumbre,
acabarás formando parte de ella”.
Joan Baez
Angustia saber cuántos casos de corrupción están acabando con nuestros recursos naturales, nuestra infraestructura, nuestra paciencia y hasta con nuestra historia. En esta entrega, quiero referirme a tres de ellos que si bien, ni son todos, ni los más graves, sí son los más representativos y recientes: los permisos inexistentes y la violación a la clausura de las obras de ampliación del hotel Me by Meliá; la habilitación de grandes estructuras en la Zofemat adyacente al hotel Meliá Paradisus y por si ello fuera poco, el desmantelamiento de la ciclopista en la Zona Hotelera. De todo ello, lo más importante ha sido, es y será, la denuncia organizada de la sociedad; la única forma de frenar esos actos de corrupción, es a través de la participación de los ciudadanos en el marco de la ley.
Para el primer caso, destaca la complacencia y presunta complicidad de Profepa, dependencia que, en estricto cumplimiento de las leyes ambientales, decretó el pasado 22 de noviembre la clausura de las obras de ampliación del hotel Me by Meliá, como resultado de la denuncia que hiciéramos a nombre y representación de ciudadanos cancunenses. Contradictoriamente, después solapa, no sólo que se violente la disposición que esa misma dependencia ha dictado por evidentes violaciones legales, sino que además, miente en comunicados de prensa oficiales que el hotelero no violentó los sellos de clausura.
Por eso es que se ha presentado ante la Procuraduría General de la República, una denuncia por la comisión de delitos en materia penal federal ante la violación de los sellos, no sólo por retirarlos, sino porque el hotelero sigue construyendo en evidente desacato. Aún más, resulta que la autoridad publicó en su página www.profepa.gob.mx el 14 de diciembre de 2016, un comunicado en el que niega que se hayan violentado los sellos de clausura y sorprendentemente, el día de ayer, la delegación estatal de Profepa informa a los medios masivos de comunicación que está en plazo perentorio para recibir del hotelero su Manifestación de Impacto Ambiental (MIA). (Continuará…)