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5 julio, 2024

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Kohun-lich (segunda parte de cuatro)

Decíamos en la 1a. parte de esta narración, que la gran KOHUN-LICH, tuvo un desarrollo muy singular, porque fue un gran Centro Ceremonial y Residencial al mismo tiempo, ya que en la generalidad de su similares como Chichén-Itzá, Uxmal, Becán, Calak-mul etc., no se dio esta modalidad.

Noemí Conde

Decíamos  en la 1a. parte de esta narración, que la gran KOHUN-LICH, tuvo un desarrollo muy singular, porque fue un gran Centro Ceremonial y Residencial al mismo tiempo, ya que en la generalidad de su similares como Chichén-Itzá , Uxmal , Becán, Calak-mul etc., no se dio esta modalidad.

Su estilo particular arquitectónico, se le vincula con el estilo del Petén Guatemalteco y el Río Bec de la zona campechana, aunque tiene su estilo propio en arquitectura, cerámica e iconografía.

Sus primeros asentamientos los sufrió  en el período Clásico Tardío, en el año 200 A.C

Los tres, se clasifican como: tardío o temprano, dentro de sus respectivos períodos.

Así pues, Kohún.lich, alcanza su máximo esplendor, en el Clásico tardío, entre los años 600 y 900 D.C. y es entonces cuando se construyen los más bellos y  monumentales edificios, de este interesante y gran complejo arqueológico, como el Gran Templo de los Mascarones, el Conjunto de la Vías, la Plaza de las Estelas (el Palacio de las Estelas La Gradería y El Rey), el Conjunto Noroeste. Todos ellos de gran belleza y estilo y con una simetría  y elegancia maravillosa.

También es notable, la construcción  del sistema hidráulico de la ciudad, que posee una especie de “aguada”, intencionalmente  fabricada por ellos, que les permitía almacenar el agua de las lluvias, para su consumo durante el año. Sin duda fueron grandes ingenieros y arquitectos. Conocedores de su ecografía.

Entre todos los edificios,  destaca como el más bello e impresionante el Templo de los Mascarones…este edificio, posee en la parte frontal mirando al Poniente, ocho hermosos mascarones de poco menos de dos metros de altura, ricamente decorados y pintados. Están hechos originalmente de “estuco”, mezcla de cal y arena de la región, que a su vez mezclaban con “sas-cab”, arcilla muy blanca propia de los suelos peninsulares, que usaban como cementante para su recubrimiento.

Los dos de la base, aún permanecen cubiertos para su preservación, ya que la erosión eoleana y pluvial, han desgastado notablemente los que están descubiertos a  vista del público.

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Se dice que hasta hoy, no se ha descubierto ninguna substancia o barniz  especiales que logre su preservación. Pero más adelante,  exclusivamente haremos más comentarios  de los mascarones, acerca de este tema.

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