VAYA tarea les tocó a José Antonio Meade y sus muchachos, están haciendo todo tipo de piruetas verbales para tratar de justificar el gasolinazo que viene.
PARA el secretario de Hacienda se trata de una oportunidad para que México entre a un verdadero mercado de las gasolinas, en el cual el combustible lo mismo suba que baje. Lo que no dice el funcionario es que, tradicionalmente, en nuestro país el mercado sólo opera al alza y nunca a la baja.
Y MENOS cuando es el propio gobierno el que fijará las tarifas de la Magna, la Premium y el diesel, dejándole a los gasolineros la decisión de ponerse guapos haciéndole algún descuentito a los sufridos consumidores.
PERO BUENO, lo importante es que el subsecretario Miguel Messmacher ya salió a aclarar que el incremento de hasta el 24% en la gasolina no tendrá efectos inflacionarios. Ya nomás falta que le avise a los transportistas, a los productores agrícolas, a las empresas de bienes y servicios; y, en general, a todos aquellos que, ¡ajá!, no se verán afectados por el gasolinazo.
POR CIERTO que el domingo se verá qué tanto poder tienen realmente las redes sociales, pues a través de ellas se está convocando a un mitin en el Ángel de la Independencia para protestar por el gasolinazo.
¿SERÁ que la supuesta indignación por el alza en los combustibles supere la cifra de 30 mil gorrones que acudieron a los 15 años de Rubí? Es pregunta que no retuitean los bots.
EL QUE fue a recargar pilas al Pacífico es el presidente Enrique Peña Nieto, quien desde ayer está en Mazatlán.
EL MANDATARIO se dejó ver jugando golf con el priista Quirino Ordaz Coppel, gobernador electo de Sinaloa, quien tomará posesión el próximo domingo.