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noviembre 22, 2024

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Investigan un compuesto del brócoli que suprime el crecimiento tumoral

MADRID.-

Con una larga relación con la disminución del riesgo de cáncer, el brócoli y otras verduras crucíferas, la familia de plantas que también incluye coliflor, coles de Bruselas y col rizada, contienen una molécula que inactiva un gen que se sabe que desempeña un papel en una variedad de cánceres humanos comunes.

Pero debido a que la pérdida completa del gen desencadena un mecanismo irreversible y potente a prueba de fallos que detiene la proliferación de células cancerosas, ambas copias del gen (los humanos tienen dos copias de cada gen, una de cada padre) rara vez se ven afectadas.

En su lugar, las células tumorales muestran niveles más bajos de PTEN, lo que plantea la cuestión de si restaurar la actividad de PTEN a niveles normales en el entorno del cáncer puede desencadenar la actividad supresora de tumores del gen.

HACIA EL DESARROLLO DE INHIBIDORES MÁS POTENTES

Para averiguarlo, Pandolfin y sus colegas identificaros las moléculas y los compuestos que regulan la función y la activación del PTEN, Realizando una serie de experimentos en ratones y células humanas propensas al cáncer, el equipo reveló que un gen llamado WWP1, que también se sabe que desempeña un papel en el desarrollo del cáncer, produce una enzima que inhibe la actividad supresora de tumores de PTEN.

¿Cómo deshabilitar esta kryptonita PTEN?

Al analizar la forma física de la enzima, los químicos del equipo de investigación reconocieron que una molécula pequeña, llamada formalmente indol-3-carbinol (I3C), un ingrediente en el brócoli y sus parientes, podría ser la clave para sofocar los efectos causantes de cáncer de WWP1.

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Cuando Pandolfin y sus colegas probaron esta idea administrando I3C a animales de laboratorio propensos al cáncer, los científicos descubrieron que el ingrediente natural en WWP1 inactivado por brócoli, liberando los frenos del poder supresor de tumores de PTEN.

El primer autor Yu-Ru Lee, miembro del laboratorio Pandolfin, señala que tendrías que comer casi 6 libras de coles de Bruselas al día, y las que no estén cocidas, para cosechar su potencial beneficio contra el cáncer.

Es por eso que el equipo de Pandolfin está buscando otras formas de aprovechar este nuevo conocimiento. El equipo planea seguir estudiando la función de WWP1 con el objetivo final de desarrollar inhibidores más potentes de WWP1.

“La inactivación genética o farmacológica de WWP1 con tecnología CRISPR o I3C podría restaurar la función PTEN y desencadenar aún más su actividad supresora de tumores —afirma Pandolfin–. Estos hallazgos abren el camino hacia un enfoque de reactivación de supresores de tumores que se busca desde hace mucho tiempo para el tratamiento del cáncer”.

 

FUENTE: infosalus.com

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