Los quintanarroenses estamos viviendo un hecho histórico por llamarlo de alguna manera, en el entendido de que el partido en el poder desde hace muchos años dejo de serlo con la victoria de Carlos Joaquín González. Entendemos también que existe un hartazgo generalizado de la ciudadanía entorno a la forma de gobernar del actual mandatario, como dice el dicho “nadie es monedita de oro para caerle bien a todos”. También entendemos que en el caso de la capital del estado el enojo, frustración y decepción de la ciudadanía para sus gobernantes es aún más álgida, sobre todo si se le suma el alza a los impuestos que pagan los empresarios y no podemos dejar de mencionar el despedido masivo de capitalinos con la famosa “reingeniería administrativa”. Todo lo anterior es válido, pero lo que no es la forma de irrumpir sin el menor respeto posible a uno de los poderes del estado, violentando la constitución y violentando el sentido común de cada habitante de esta ciudad. Quiero pensar que los más de 300 inconformes tuvieran razón en agredir e insultar la investidura de los legisladores, pero porque hacerlo ahorita, quieren cambiar según ellos lo que desde hace 5 años se viene haciendo mal en tan solo dos días. Una cosa es muy cierta, los diputados están protegidos por la ley y la constitución del estado, pese a las manifestaciones de rechazo ellos podrían sesionar en cualquier lado, sean en el último piso de la torre más alta del mundo o en una isla y llevar aina a cabo su sesión sin mayor contratiempo. Entonces ya con lo anterior vienen una serie de preguntas como por ejemplo, ¿los inconformes consiguieron lo que buscaban?, ¿Quién salió perjudicado en todo esto? son solo algunas de las muchas interrogantes que se deberán de hacer quienes incitaron a este movimiento absurdo ya que esos cabecillas conocían desde un principio que no iban a lograr nada, lo único que necesitaban era picar tantito la cresta al ciudadano para aventarlo al ruedo y hacer de todo esto un circo.
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Investidura legislativa
Los quintanarroenses estamos viviendo un hecho histórico por llamarlo de alguna manera, en el entendido de que el partido en el poder desde hace muchos años dejo de serlo con la victoria de Carlos Joaquín González.