Una independencia implica mucho, hemos mencionado las ventajas para el caso de nuestra Península Yucateca;, los tiempos pareciera que están definiendo las nuevas rutas a seguirse: cierre parcial de economía (proteccionismo como Estados Unidos), líderes decididos (Theresa May, por el Brexit) que buscan mayor independencia en la toma de decisiones hacia adentro de sus países; mayor control de fronteras, etc.
Pensar en una autonomía, podría darnos enormes ventajas: Un territorio más pequeño y controlable; generación de leyes nuevas que permitan un mejor gobierno; recursos primarios que permitirían una holganza en materia económica; un reparto más justo y equitativo en el división de las riquezas; más control migratorio; más proyectos con más posibilidades de implementar.
Finalmente, debemos entender que los países se fueron formando a partir de pequeñas ciudades-estado hasta conformarse las naciones-estado, y ante los probables cambios mundiales se puede regresar a las pequeñas autonomías.
Pensar en una soberanía de nuestra Península, pareciera descabellado y atrevido pero las posibilidades están ahí para nuestro beneficio.
Las consecuencias tal vez serian desastrosas no sólo para el resto de México sino para nosotros mismos en un inicio, pero es mejor control sobre pequeñas poblaciones que sobre grandes y es más fácil llevar una buena política y exigir a quienes el pueblo ha puesto en el gobierno a que actúen honrosamente.
Éste año 2017 tiene muchas sorpresas, inquietantes, llenas de altas y bajas en los mercados financieros, no estaremos exentos de ello y como reza el refrán: “Cuando veas a tu vecino rasurar, pon tus barbas a remojar”.
