Suegras, cuñadas y comadres. Es momento de hacer un atento llamado a la población de Quintana Roo, en cada uno de sus municipios, para que tengan especial cuidado con la delincuencia que se ha destapado y que sin duda arreciará en estas época decembrinas.
Los trabajadores y la gente en general deben estar alertas a la hora de ir a un cajero automático y no mostrar el dinero en la calle, en las tiendas o en las plazas comerciales.
De hecho lo mejor será que hagan un esquema de los gastos a realizar en esta temporada y saquen el dinero que van a utilizar dentro de la institución bancaria y no en cajeros, haciendo lo mismo cada vez que salen de casa para ir de compras.
Para los quintanarroenses ya no son noticia los hechos violentos en todos y cada uno de los municipios, incluso en los que antes eran considerados como seguros o pacíficos.
Es evidente que las autoridades no cuentan con el personal ni con el equipo –incluso quizá ni con el interés- para hacer frente al hampa que mantiene en jaque a la población.
Y lo más grave es que la delincuencia no sólo opera con mayor frecuencia, sino también con mayor violencia, por lo que nunca está por demás tener el mayor cuidado y la autoprotección.
En el caso de ir a un cajero automático, lo mejor es ir acompañado, de día y en lugares concurridos, sacando la menor cantidad posible de efectivo y guardarlo a la mayor brevedad.
Es una lástima que esté ocurriendo esto en Quintana Roo, pero es una realidad que debemos asumir quienes decidimos vivir aquí, extremando precauciones propias y las de su familia.