En estas elecciones, analizando las posturas de los partidos y sus abanderados en los diferentes municipios, nos encontramos que en este proceso hay de todo como en botica. Hay de chile, manteca y dulce…
Entre los candidatos de los diferentes partidos, hay algunos muy sosos, que ni fu ni fa, como pudiera ser el caso de Manuel García, en Puerto Morelos, quien ya ha sido delegado, alcalde y ahora busca la presidencia municipal, cuando en sus dos gestiones anteriores, pues simplemente ni fu ni fa…
Otros candidatos que en lo personal no votaría ni aunque fueran mis yernos, ni por obligación, como sería el caso de Hernán Villatoro, en Benito Juárez a quien siento que se le ve la falsedad a kilómetros de distancia como lo es su retórica frase del “brazo indestructible de la democracia”.
Y otros que han llamado la atención por sus propuestas, por su empatía como en el caso del aspirante de Tulum, Jorge Portilla Manica, quien ha hecho compromisos importantes y bien recibidos por la comunidad, tales como: Programa Médico en tu casa, Contraloría Ciudadana para evitar corrupción y donar su salario para acciones sociales, entre otras.
Como en todo, en Quintana Roo no podían faltar los candidatos malos, los peores, los mediocres, los sosos, los simpáticos, los desvergonzados, los oportunistas, los tramposos, los de siempre, en fin.
La verdad es que me he divertido en este proceso leyendo las propuestas de todos los candidatos en los diferentes municipios, pues he tratado de verle el lado amable a este proceso.
Lamentablemente es que hay muy pocos que se pueden considerar que saben lo que están haciendo, como aquel que se compromete a crear escuelas dignas “en el ayuntamiento de equis lugar”…y quiere ser presidente municipal.