Gobernadores de los estados que integran la Península, Yucatán (Rolando Rodrigo Zapata Bello), Quintana Roo (Carlos Joaquín González) y Campeche (Alejandro Moreno Cárdenas) ratificaron la firma del acuerdo para la sustentabilidad de la Península en el marco de la Décimo Tercera reunión del Convenio sobre la Diversidad Biológica que tiene lugar en Cancún.
Cancún.- En el marco de la firma del Acuerdo para la Sustentabilidad de la Península de Yucatán que ratifican en esta Décimo Tercera reunión del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) de la ONU, el Colectivo MA-OGM (No a los Organismos Genéticamente Modificados), el Colectivo Apícola de los Chenes y Greenpeace México, les demandamos que se comprometan a impulsar en sus estados una política de agricultura y ganadería ecológica que incentive la producción de alimentos sin transgénicos ni agrotóxicos, los cuales constituyen una gran amenaza para la biodiversidad regional, la salud del medio ambiente y de las personas.
En el 2015, el gobierno de Yucatán se comprometió a impulsar la agricultura ecológica. En el reciente mes de octubre, se dio el primer paso al declarar a la entidad como zona libre de transgénicos. Ahora es tiempo de sumar esfuerzos a lo largo y ancho de la Península. Sus acciones el día de hoy definirán el futuro de la selva maya, la selva tropical más grande de América después de la Amazonia y uno de los nichos más biodiversos del mundo.
Asimismo, el recurso natural más importante compartido por los tres estados de esta región es el acuífero. Este recurso ha sido clave para el desarrollo regional, sin embargo está amenazado. Los estudios científicos de los últimos cinco años demuestran el aumento desproporcionado de la presencia de agrotóxicos en el acuífero de la península. Las principales causas de este fenómeno son la expansión de la agricultura, la ganadería industrial y el aumento del uso de agrotóxicos.
Greenpeace realizó un muestreo de agua y sedimento de cinco cenotes:tres del estado de Yucatán, (Chen há, Xelactún y Yax Há); uno de Quintana Roo, (Cueva de las serpientes); y uno de Campeche (Cenote azul en Miguel Colorado). Como resultado, encontramos sustancias como endosulfán, en Campeche, endrin y dieldrin, así como derivados del DDT en Quintana Roo, este último podría derivarse de su uso histórico; así como Hexaclorohexano, endrin en Chen Ha, hexaclorohexanos en Xelactun y endrin y derivados del DDT en Yax Há, estos tres ubicados en Yucatán.
Lo anterior cobra relevancia al considerar que el muestreo identificó sustancias que según la legislación actual ya no se aplican, como el DDT, el cual, debido a su alta persistencia continúa en el medio ambiente y al considerar que si estas sustancias se encontraron en los 5 cenotes muestreados de la región, esto podría significar un alto riesgo de que estos plaguicidas se filtren a los cerca de 10 mil cenotes en la región, mismos que se encuentran conectados al acuífero.
Estas sustancias se suman a otras encontradas en estudios previos, incluyendo plaguicidas como el aldrín, clordano, endosulfán, 2,4-D, heptacloro, metoxicloro, los cuales en altas concentraciones podrían alterar el sistema hormonal de las especies acuáticas.
La calidad de nuestro acuífero, nuestra tierra y nuestra selva definen la calidad de nuestros alimentos y nuestra salud. Es por esto que les demandamos la eliminación inmediata del uso de plaguicidas que han sido prohibidos en otros países por haberse comprobado sus efectos dañinos para la vida, la reducción del uso de agrotóxicos hasta eliminarlos y la prohibición de cultivos transgénicos en toda la región. Así también, les requerimos que coadyuven en el establecimiento de una regulación respecto de los parámetros y establezca límites máximos permitidos de residuos de glifosato y otros agrotóxicos en nuestros alimentos, agua y suelo, que no rebasen los parámetros establecidos en la regulación europea.
Proteger la biodiversidad regional significa también conservar los conocimientos tradicionales y los medios de vida de las y los campesinos y apicultores mayas e impulsar la milpa como estrategia de cultivo de alimentos sanos.
Hacemos un llamado a involucrarse y coadyuvar para que se garantice el respeto a la cultura, los derechos y la voluntad del pueblo maya en los procesos de consulta que se lleven a cabo ante proyectos impulsados por intereses privados en los territorios ancestrales mayas. Les demandamos que todos los proyectos que sus gobiernos promuevan en la península busquen la equidad económica y social y se abstengan de favorecer a unos cuantos persiguiendo la mercantilización de la biodiversidad.
Los llamamos a involucrarse y garantizar el respeto a la cultura, los derechos y la voluntad del pueblo maya en los procesos de consulta que se lleven a cabo ante proyectos impulsados por intereses privados en los territorios ancestrales mayas. Les demandamos que todos los proyectos que sus gobiernos promuevan en la Península busquen la equidad económica y social y se abstengan de favorecer a unos cuantos persiguiendo la mercantilización de la biodiversidad.
Pedimos que apliquen el artículo 90 de la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados (LBOGM), el cual estipula que “en el país se podrán declarar zonas libres de transgénicos para la protección de productos agrícolas orgánicos y otros de interés de la comunidad solicitante”. Una vez asumido este compromiso se deberá dar seguimiento a las solicitudes de sus gobiernos.
La ley los respalda, su posición como gobernantes los faculta y su compromiso con la biodiversidad y la gente los obliga. (De la Redacción / Quintana Roo Hoy)