Reconocer los desafíos que México y Estados Unidos enfrentan en materia de derechos humanos, es reconocer que aún falta mucho por hacer frente a prácticas inaceptables y a violaciones que están atentando a la dignidad humana, como la discriminación, la homofobia, la xenofobia, a las mujeres, niños y discapacitados como a poblaciones vulnerables, migrantes, refugiados, trasladados y Gays.
Los derechos humanos son normas que reconocen y protegen la dignidad de los seres humanos y rigen la forma en que los individuos vivimos en sociedad, y como nos relacionamos con los gobiernos y las obligaciones que éstos deben tener.
Los derechos humanos obligan a los gobiernos a que tomen medidas, y nosotros como individuos a que no olvidemos que tenemos responsabilidades, sin olvidar que ninguno tenemos derecho a llevar a cabo actos que vulneren los derechos de los demás.
El sábado en la historia del país vecino, miles de mujeres y hombres salieron a las calles en seis estados de la unión americana, demostrando brazo y unidad ante el umbral de un gobierno neo fascista que ha comenzado a gobernar. Por lo que tengamos presentes que las atrocidades cometidas durante la segunda guerra mundial llevaron a la ONU a aprobar la Declaración de los derechos de los hombres, con la que hoy se garantiza la seguridad de las personas contra el trato arbitrario de los estados. En este contexto Trump podría poner en riesgo a su nación ya que al igual que los derechos a la libertad de conciencia, al juicio justo, a la intimidad y a la familia, como a los derechos políticos, económicos y de igualdad ante la ley de todos los norteamericanos, violentaría sus prerrogativas que en las democracias no se puede utilizar la fuerza sin que se encontrara legalmente autorizado y que para ello tendría que hacerlo en las sustracciones que indicaran las leyes y del modo que ellas precisaran.
Donald Trump y su discurso radical inaugural, dejo entre dicho que los derechos humanos y el reconocimiento a la igualdad de grupos y de ciudadanos no estará en su agenda, que ante este contexto, su posible represión sería atentatoria a todo derecho humano dando permisibilidad a que se produjeran conductas violatorias de derechos a grupos locales, ilegales y a migrantes.
No permitamos amigo lector que esta situación llegue avanzar ya que al demostrar desconocer las reglas de la democracia sin un sostén legal, podría reprimir a todo aquel que por ejercer un derecho o una convivencia organizada recurriera a sus desapariciones, tortura de personas o a detenidos como una persecución a quienes las ideas para él consideraría peligrosas.
