“México está reprobado en el tema de respeto a los derechos humanos y en particular, de los derechos de los migrantes” esa fue mi opinión durante la reunión que sostuvimos el día de ayer con el comisionado del del Instituto Nacional de Migración, Ardelio Vargas Fosad y algunos integrantes de la Comisión de Relaciones Exteriores, comisión en la cual soy secretaria.
En México la migración se ha incrementado en los últimos años, en 2013 alrededor de 86 mil migrantes fueron presentados ante las autoridades migratorias transitando por México de manera irregular; hacia 2014 hubo 127 mil; mientras que en 2015 fueron 202 mil.
Yo, como legisladora, no comparto la manera en cómo el Gobierno Federal ha abordado el fenómeno migratorio, pese al recibido reconocimiento de Estados Unidos en la labor de contención del flujo migratorio; lamento mucho que en México haya una falta de compromiso del Gobierno con el respeto a los derechos humanos de migrantes que se ve en la ausencia de mecanismos institucionales eficientes para su garantía.
Consideró que cada autoridad debe asumir su responsabilidad en el tema migratorio, porque no es posible que en México la sociedad civil esté haciendo lo que le corresponde al gobierno y creo que es necesario que las naciones, en particular México, entiendan que la mejor forma de contener el flujo migratorio es con una redistribución del ingreso.
La xenofobia de los países desarrollados y la postura de personajes como Donald Trump son una alerta contra los migrantes que no atiende las causas de fondo de este fenómeno. Se pretenden levantar muros físicos sin atender a las causas del fondo que provienen de una globalización despiadada, violatoria de los principios que las Naciones Unidas habían establecido para crear condiciones de vida dignas en todos los países. El derecho a migrar es un derecho humano, pero lo es en mayor medida el derecho a no migrar.
México no tiene por qué ser el verdugo que lastime o frene un flujo natural y eterno de la raza humana. El respeto a los derechos humanos, ese es el gran tema y México está reprobado. Creo que si hubiera un premio nacional a la violación sistemática que en los últimos años se ha dado a los derechos humanos, México lo ganaría.
Mientras los flujos migratorios en nuestro país se han estado incrementando, los recursos para el INM no han aumentado en esa misma magnitud. Por ello, se promoverá un punto de acuerdo en el Senado de la República que pueda contar con el respaldo del mayor número de legisladores a fin de solicitar que se entreguen los recursos al Instituto Nacional de Migración.
