EN LOS pasillos del INE se comenta con más sorna que desconcierto, que el senador verde Pablo Escudero está colgándose una medalla que no le corresponde: el destino del dinero devuelto por la institución.
DESDE que comenzaron a correr los trámites de la devolución de mil 70 millones de pesos, la Secretaría de Hacienda les informó que irían a un fondo para apoyar a los mexicanos radicados en Estados Unidos.
EL ANUNCIO oficial lo haría en estos días el secretario José Antonio Meade, peeero… el senador Escudero decidió no sólo quemar el dato, sino también agandallárselo al decir que fue su propuesta. ¡Qué tal!
A LOS que de plano les valió eso de la austeridad fue a los diputados federales de Movimiento Ciudadano: se fueron en bola a Guadalajara, con todos los gastos pagados por el erario.
Y NO escogieron la capital jalisciense porque tuvieran antojo de tortas ahogadas, sino para llevarle reflectores a su gallo: el alcalde tapatío, Enrique Alfaro.
LA DECISIÓN de llevarse la plenaria para Jalisco contrasta con la de todas las demás bancadas en San Lázaro que, al menos por esta vez, optaron por planear el trabajo legislativo en sus propias oficinas.
¿NO HABRÍA salido más barato traer a Enrique Alfaro a la Ciudad de México? Es pregunta que hubiera pagado sólo un pasaje.
ANTE la bancada de su partido en el Senado, el priista Enrique Ochoa volvió a ponerle el cascabel al gato del gasto legislativo al pedirles aprobar -¡antes de que termine mayo!- la reforma para eliminar 100 diputados y 32 senadores.
LA PREMURA obedece a que, si no se hace en este periodo, ya no será posible aplicarla en la elección federal de 2018. Y entonces la reducción del Congreso tendría que esperar hasta ¡2024!