
A pesar de que forma parte de nuestra naturaleza como seres humanos, el sexo sigue siendo un tema bastante tabú en la sociedad en la que vivimos. Dentro de ella, el ámbito del deporte y de la actividad física no se encuentra exento de este problema.
La nula evidencia fisiológica que sugiera que tener sexo antes de una competencia sea malo o el que mantener relaciones sexuales coitales resulte perjudicial antes de realizar una actividad que requiere de un rendimiento físico máximo, no son más que mitos, ya que el sexo antes de practicar cualquier deporte, aumenta el desempeño y no debilita o cansa en exceso a las personas, pues eleva el estado de ánimo, la sensación de bienestar y los niveles de testosterona de todos los atletas.
¿Pero hay necesidad de eso, o da alguna clase de ventaja abstenerse para perpetuar este mito por mucho tiempo más de que tener sexo y/o masturbarse roba la energía?
Considero que el practicar la abstinencia antes de una competencia no son más que una posible causa de frustración sexual que podría llevar a las y los atletas a una irritabilidad y a la agresión, y esta última por una profunda concentración a que cometieran más errores, al necesitarse un poco de ansiedad, alerta y agresividad para un máximo desempeño atlético como clave de su equilibrio.
La vida sexual de las y los atletas de alto rendimiento, continúa siendo un mito aun no esclarecido con poca evidencia científica ni a favor ni en contra; lo que si resulta una gran realidad desde los Juegos Olímpicos del nuevo milenio, son la cantidad de encuentros sexuales que se suscitan al interior de las Villas Olímpicas, donde para promover el sexo seguro entre cada uno d ellos sin importar su orientación y/o identidad sexo-genérica, la distribución de condones ha ido en aumento; ya que de 90 mil distribuidos en Barcelona, 100 mil en Beijing, y ahora en Río con la finalidad no solo de promover el sexo seguro en una ciudad donde, además de las infecciones bien conocidas de transmisión sexual y el VIH, existe el virus del zika que se transmite por esa misma vía, se distribuyeron 450.000 condones incluidos 100 mil femeninos 42 a cada uno repartidos entre los 10.500 deportistas participantes de todo el planeta.
No olvidemos que a principios de los 60, se pensaba que tener relaciones perjudicaba el rendimiento, por lo que antes de una actividad deportiva los entrenadores suministraban sal nitro (nitrato de potasio), ya que como mito prevenía las erecciones y el deseo sexual.
Hoy 60 años después donde el placer sexual y las decisiones personales son derechos sexuales y reproductivos, los “mitos ya no tienen cabida”, por lo que aquel que los vigorice, o manifiesta una envidia o no tiene suerte en el sexo.
