En Quintana Roo se nos presentan muchos salvadores en estos momentos, que inflan problemas pequeños y ofrecen soluciones que están fuera de su alcance, lo cual es suficiente para obtener la simpatía del ciudadano.
Uno de estos últimamente acapara la atención a través de las redes sociales (principalmente Facebook) y a quien una servidora para no herir susceptibilidades, le llamará el Robín Hood del Caribe (por aquello del sol, arena, mar y BRONCEADO).
Dicho personaje centra, según dice, sus aspiraciones en dos objetivos: fortalecer la democracia ciudadana y combatir la corrupción, como su aporte al estado que ¡LE HA DADO MUCHOOO!
Hace sus promesas con base en percepciones que cree que la gente necesita, promesas temerarias que no saben cuánto van a costar, o que no tienen sentido.
Inició haciendo fuertes señalamientos en contra de administraciones estatales priistas (Roberto Borge / Félix González); también el ex alcalde de Solidaridad, Mauricio Góngora, forma parte de lo que él llama “políticos corruptos”. Habló de tener pruebas que en su momento presentaría, mismas, según dijo, con las que denunciaría penalmente a estos personajes, y hasta el momento nada de esto se ha dado, tanto critica a los políticos que nos salió peor (por aquello de las promesas no cumplidas), pero tal parece que la gente olvida, ya que sin nada que demostrar, mucho menos que denunciar lo que él llama un “cochinero político”, ahora se lanza sin argumento sustentado en contra del gobernador Carlos Joaquín González.
Es de llamar la atención el pretender “recuperar el progreso o la esperanza presente” como si la desesperanza fuera una cuestión que se resolviera con un cambio de administración.
Veo las intenciones de este personaje (o quienes están detrás de él) en un momento en que se puede aprovechar las crisis en los partidos políticos y la condición perfecta para ingresar a la actividad, ante la falta de líderes en cada uno de los colectivos que sobrevivieron a la pasada contienda electoral. Los partidos políticos viven un letargo, pero ya hay quienes hacen gala de tener ‘ases bajo la manga’ y empiezan a mirar hacia los próximos comicios electorales.
Nuestro Quintana Roo, nuestro México, necesita un CAMBIO, pero no es cambiando de amos como progresaremos, sino cambiando de mentalidad, de conducta, de hábitos y de objetivos y metas, CAMBIO que pasa por la persona misma, por su enfoque de vida y percepción de la realidad, dejar de CREER EN OTRO y empezar a CREER EN SÍ MISMO, cosa que aunque parezca increíble es poco común, pues siempre tenemos fe, esperanza y paciencia para promesas de otros y muy pocas veces para nosotros mismos ejercemos esas virtudes.
Los pueblos tienen el gobierno que merecen y los ciudadanos que no conocen su historia están condenados a repetirla.