El fiscal general del estado, Miguel Ángel Pech Cen, tiene un enorme reto ante sí: procurar justicia correctamente en el caso de la agresión al ciudadano ruso Aleksei Makeev.
Son muchas las aristas en este caso, tantos involucrados que da la impresión de que cualquiera que sea la culminación de la investigación alguien quedará descontento.
Por un lado está el hecho, innegable, de que Makeev cometió un homicidio, mató a cuchilladas al joven Eduardo Gutiérrez. Hay fotos y videos que así lo comprueban.
Sin embargo, al haber una irrupción a su domicilio y un ataque hacia su persona ¿podríamos decir que actuó en defensa propia? De acuerdo con la Fiscalía todo dependerá de la estrategia de su defensa.
Otro hecho es la situación migratoria del ruso, que ya ha provocado un conflicto diplomático, pues por un lado el consulado ruso asegura que se dio aviso a las autoridades mexicanas de que su ciudadano era de riesgo, pues incluso en su país agredía y maltrataba a sus connacionales.
En contraparte, Migración señala que a inicios de este año se le dio un plazo para salir del país por la conducta xenófoba que mostraba hacia los mexicanos; días después apareció con una tarjeta de residente permanente… ¿cómo la obtuvo? ¿A qué se debió el súbito cambio de estatus migratorio?
También se ha especulado sobre una posible enfermedad mental de Aleksei Makeev, pero sobre eso no hay nada en concreto, no se sabe qué enfermedad es, o si ha recibido tratamiento, ¿podrá burlar la cárcel alegando una enfermedad mental?
De acuerdo con la versión de la Fiscalía todos están bajo la lupa: policías municipales, vecinos, las personas que grabaron el hecho (incluidos medios de comunicación) e incluso se tiene registro del personal médico que atendió al ruso en el hospital.
Mención aparte merece la actuación de la Policía Municipal de Benito Juárez, que llegó antes de que se diera el intento de linchamiento, con suficiente tiempo para evitarlo, pero optó por retirarse del lugar, ¿por qué se fueron?, ¿recibieron la orden de no intervenir?, ¿no intuyeron que las cosas se saldrían de control y había el riesgo de que alguien perdiera la vida?
Se sabe que en la zona habitan varios “tiradores” de droga, ¿fueron estos quienes les ordenaron a los policías retirarse? Parece que por más cambios que haya en los mandos policíacos estos no permean hasta la tropa y la actitud del policía PREVENTIVO dista mucho de prevenir el delito.
Un tema más que ha desatado polémica es hasta dónde llega la responsabilidad de aquellos que convocaron mediante redes sociales a acudir a casa del ruso y desquitarse por sus insultos, y qué tanta culpa tienen aquellos que grabaron y no intervinieron para evitar el intento de linchamiento y el asesinato de Eduardo.
Complicado caso tiene en sus manos el fiscal y de su pericia dependerá que se haga justicia para todos. De sus declaraciones de ayer me quedo con una idea: no es válido hacer justicia por propia mano.
