Atreverse a entrar en el campo de la política implica ya de entrada una pérdida de valores y aprender a jugar las reglas poco limpias que están establecidas, es aprender a manipular y mentir para poder lograr objetivos en bien de la macroeconomía. Ser político es cosa difícil.
Otra de las cosas más interesantes de la clase política es el reciclaje que se lleva a cabo entre ellos, pareciera que hay una incapacidad por encontrar nuevos líderes, no maleados, innovadores y de sangre fresca, pareciera que todos los partidos políticos siempre están reciclando a los renegados de otros partidos ofreciéndoles los puestos más suculentos para convertirlos en sus candidatos y representantes. Y no hay partido que se salve.
Lo que deberían de considerar es que esos renegados vienen ya con un pasado que muchas veces no es nada limpio, traen un costal de malos hábitos y un expediente cargado de poca veracidad en su honradez, además vienen regularmente del partido matriz en el cuál el latrocinio es normal entre sus miembros y del cual muchos de esos renegados disfrutaron aunque sea de manera indirecta.
Los partidos deberían de considerar no reciclar candidatos, deberían de poner gente nueva, gente que busque cambios, es imposible que se continúe con una reutilización de personas habiendo tanto ciudadano capaz y de buenas intenciones, no puede ser que en las próximas elecciones se encuentren como candidato a una persona non grata o que ya tienen trayectorias que no ayudan a que se ganen votos.
Normalmente en la política la zalamería está a la orden del día pero debe haber mecanismos de depuración para seleccionar lo nuevo y no reciclar. ¿Usted qué opina? ¿Debemos reciclar?