Las pasadas elecciones del 5 de junio no sólo fueron el fiel reflejo de lo que sucederá en los comicios federales de 2018, sino que es el inicio del fin del dinosaurio, es el preámbulo que de la extinción de un partido que mal gobierno México durante 70 años y que 12 años después la sociedad le volvió a entregar su confianza bajo la condición de: “si fallas, nunca más…”
Y hoy, en junio de 2016, el gobierno de Enrique Peña Nieto ha fallado, al marcar enormes retrocesos, con lo cual demuestra que las condicionantes que impuso la sociedad, le valieron dos cacahuetes y tres madres.
Por tan sólo citar un ejemplo, el flamante peinadito tomó el gobierno con un valor del dólar a 13 pesos, y cuatro años más tarde, el costo del billete verde se ha incrementado en más del 50 por ciento, hasta llegar casi a los 20 devaluados pesitos frente a la divisa verde.
“Es que en Inglaterra están por decidir si continúan o no dentro de la Unión Europea y por eso sube el dólar”…¡Basta ya de vernos la cara de imbéciles a 120 millones de mexicanos! Por mucha volatilidad en la que se encuentre nuestra moneda, lo cierto es que no tenemos nada que ver con esas determinaciones de los ingleses…
Es una total ineficiencia, ineptitud de quienes están encargados de evitar estos derrumbes de nuestra economía, empezando por el pesado del Presidente del Banco de México, Agustín Carstens.
En fin, así como el problema del dólar, también está la inseguridad, la impunidad, la pésima política de salud, incluso peor la educativa…pero ninguno como la pinche corrupción que siempre caracterizó al PRI y que ojala fenezca junto a este partido en 2018.
El PRI tiene sus días contados.
