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noviembre 27, 2024

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El oficial mayor no tiene quien le escriba

En definitiva, si hay un personaje que ha sido atacado que forma parte del gabinete del gobernador Carlos Joaquín, es sin duda el Oficial Mayor, Manuel Alamilla Ceballos, el más joven y quien sin duda llega amplia experiencia. El ahora Oficial Mayor es egresado de la UQROO y fue becado para estudios de posgrado, por mérito propio supo ganarse un lugar hasta llegar a ser jefe de oficina de un Secretario de Estado a nivel Federal.

Un chetumaleño que ha sido atacado en redes sociales y por los diferentes medios que hacen que hoy la Oficialía Mayor que había sido un gris en administraciones pasadas hoy esté en el ojo del huracán. Desde que llegó ha reinventado la Oficialía Mayor, no obstante, no me detendré a dilucidar en sus avances sino en las razones de por qué considero que los ataques son más una cuestión personal que argumentos válidos.
Los que más han denostado su labor son los propios paisanos, sí, aquellos que -irónicamente- son los que exigen más chetumaleños empoderados. Lo que en realidad ha hecho Manuel Alamilla es poner en orden la “caja” chica de campañas y desvío de recursos que ha dañado severamente los privilegios y corruptelas de esos “paisanos” de antaño.
Hay dos temas que han sido motivo de ataques constantes: primero, la polémica licitación de los uniformes a empresas no chetumaleñas y el segundo, es un supuesto nepotismo.

Después de analizar algunos documentos en la propia página de la dependencia, llego a la conclusión de que el principal problema de Alamilla es la falta de convenios o mejor dicho, las “dádivas” a los medios y una nula defensa y aclaración por parte de su equipo de comunicación.
En el Congreso, los diputados del PRI y del Verde hicieron todo por lincharlo, pero nunca repararon en exigirle sancionar los abusos de la administración anterior a cargo de Rosario Ortiz y Víctor Viveros.
A nombre del polémico Oficial, nadie se ha atrevido a dar datos de los intereses que ha vulnerado. Veamos, en plena etapa electoral, el gobierno de Quintana Roo a principios del 2016, firmó convenios de “apoyo” con: El Comité Cívico Pro defensa, por 560 mil pesos; Alianza de Ciudadanos de María Fajardo por 630 mil pesos; con Punto de Encuentro de Comunidades, 225 mil pesos y con Amelia Mújica y su agrupación, 180 mil pesos. El objetivo no se encuentra definido, pero queda muy claro que no fue otra cosa que pagos de campaña.
Le han reprochado los empresarios del sur que no se les ha apoyado con ser proveedores, sin embargo, para muchos el ser proveedores significaba entregar una factura de servicios que nunca se dieron y por cierto muchas de estas empresas no son de Quintana Roo.
En plena época electoral se facturó un evento para el empleado en la zona norte considerado para 1250 personas a un costo de casi 600 pesos cada una, pero el estado no cuenta con tantos trabajadores en dicha zona.
Se rentó el equipo de cine móvil que fue utilizado para precampaña de un diputado federal y por unos meses se pagaron 3.3 millones de pesos a una empresa de Querétaro de Adolfo Eliaz Almazán.

Humberto Veléz, de Mercury First, fue uno de los proveedores de Roberto Borge que para el carnaval facturó 200 mil en camisas y por darle “Seguridad al Ejecutivo en los eventos de marzo a agosto de 2016”, se erogaron 2 millones de pesos más (aunque esto ya lo hacía ayudantía), a Vonallen S.A. de C.V. se le encargo el diseño (no la organización) del carnaval de Chetumal y se le pago un millón de pesos.
Por fotocopias se pagaron a Carlos Augusto Mena Baduy (Yucateco) 468 mil pesos. Se repartieron muchísimos trípticos para prevenir los incendios y los encargados de hacerlos fue precisamente Hugo Trejo Figueroa a quien le pagaron 452 mil, pero no fueron suficientes ya que a Grupo C y D del Caribe de Ángel Francisco Mejía (prestanombres de Víctor Dogre, primo político de Félix González) le pagaron pocos meses después otros 893 mil pesos por los mismos trípticos, tal vez por eso disminuyeron los incendios forestales.
Pero Grupo D y C no solo hace trípticos, también diseño la imagen de las mochilas de este año 2017 (si le pagaron por eso cuando sabían que ya no se daría) 906 mil pesos, también dos veces pidieron mochilas cada contrato por 30 millones de pesos y ninguna llegó; además la misma empresa cobró por montar un escenario en la explanada 1 millón de pesos (esto lo hace servicios generales), también rotuló 30 vehículos meses antes de concluir el sexenio y cobro 174 mil y por mantener la lona del estacionamiento de palacio otros 174 mil pesos.
Además, surtió de gorras para el evento de “Haz que trascienda”, este es un evento que organiza la Anáhuac de Cancún, si consideramos que fueran cuando mucho 900 estudiantes les debieron haber dado una gorra de altísima calidad pues cada una costó ¡mil pesos!, pues facturaron por casi un millón de pesos.

Pocos meses antes de terminar, y casualmente en plena campaña, se pagó a José Luis Méndez Quintal 520 mil por decoración de la casa de gobierno (o tal vez fue a la casa del Roberto Borge que hoy habita Mariana Zorrilla). Y hablando de decoración se pagó 510 mil para el día de las madres, aún no se sabe que lugares decoraron.

Como parte del rescate cultural de las obras se restauraron los murales del Bellavista para lo cual se contrató a José Rodolfo Parra López para darles una manita de gato y pagaron por ello ¡20 millones de pesos!

Se compraron tres aires acondicionados a Partes y Equipos de Refrigeración del Sureste, de Irving Alejandro Fajardo, pagando la cantidad de 1.7 millones de pesos, que por cierto no se han instalado y que la empresa es de Yucatán.

Se facturó la impermeabilizaron las oficinas de palacio de gobierno (pocos meses antes de terminar el gobierno de Borge Angulo) la empresa también yucateca Comercializadora Kin Ha S.A. de C.V., por 466 mil pesos. Y por servicios de prevención y corrección de conmutadores se pagó 1.2 millones de pesos a otra empresa, que sí, tampoco era quintanarroense.

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Y por último en relación al polémico tema de la licitación de uniformes escolares que los medios han señalado que descalifican a una empresaria local esta fue la de Ana Josefa Peralta Alonso y de quien hábilmente no dicen que ya era proveedora y que a finales de 2015 “surtió” de uniformes deportivos por 2 millones de pesos y a mediados de 2016 “volvió” a surtir de uniformes por 1.7 millones y ninguno de ellos llegó a los deportistas además de que corresponde a COJUDEQ la compra y no a Oficialía.

Y sí, si nos informáramos podríamos entender la razón de los ataques, pero en definitiva para los que se han robado todo esto es más fácil desviar la atención antes de ser descubiertos.

Se ha señalado a Manuel Alamilla como el verdugo de los burócratas y le exigieron no “correr” a muchos empleados y lamentablemente no despide a muchos que deberían, como por ejemplo a Carlos Leal o Carmen Cura y ¿quiénes son ellos?, precisamente los que firmaron todos y cada uno de los contratos que mencioné.

Por cierto, se le ha juzgado a Manuel Alamilla por una licitación pública, pues bien, todo lo aquí señalado fue adjudicación DIRECTA. Varias cosas quedan más que claras: que hoy por hoy muchos se han quedado fuera del robo del sistema y que el Oficial Mayor no tiene quien le escriba.
(Continuará)…

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