Mientras que en el seno del PRD se da un hecho inédito, en el que abogados del partido anunciaron que impugnarán la decisión de la dirigencia estatal del sol azteca de desistirse a la impugnación (valga la redundancia) que presentaron contra el resultado de la elección en Benito Juárez, en una extraña negociación con el Verde Ecologista para que éste haga lo mismo con la elección para la gubernatura, el PVEM reconoce su temor al rompimiento de dicho acuerdo.
¿Por qué tanto interés en bloquear la impugnación? ¿Qué hizo mal el PVEM o qué se comió para tratar de evitar que le tumben la elección?
Fuentes del PRD aseguran que la impugnación –la primera, antes del supuesto desistimiento- se basa en varios puntos, pero en especial en lo referente a la multicitada entrega de despensas del Verde Ecologista en Benito Juárez, la cual ha mantenido esta fuerza política desde hace algunos años.
El hecho es que se ha comprobado y documentado esto que puede ser una grave causal de delito electoral, que bien podría tirar la elección en el mencionado municipio, y que quizá –lo más seguro- es que por ello el PVEM está muy nervioso de que la impugnación llegue hasta los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Sin duda la actitud de la dirigencia del Verde Ecologista, que siente pasos por la posibilidad de que el PRD incumpla con el acuerdo de desistimiento, deja mucho que desear y levanta el cochino sospechosismo.
No hay autoridad electa más legitimada que aquella segura de su triunfo, que aquella a la que este tipo de impugnaciones le hacen lo que el viento a Juárez.
Por eso bien dicen que el que nada debe, nada teme. Y en el caso del PVEM ¿si teme, será porque debe algo?
