Un jitomatazo no implica la pérdida de poder adquisitivo, es una forma de expresar la inconformidad y los políticos lo saben, ellos han venido haciendo uso de su poder, ellos utilizan al cuerpo de policía para que cuide de sus hogares, su cuadra y su colonia; los políticos son soberbios, altivos e indolentes y poco hacen por legislar a favor del pueblo.
Muchas personas creen que a través de sólo las plegarias de un buen cristiano las cosas se tornaran positivas, que la meditación y la elevación espiritual permitirá que los políticos, a quienes nosotros les pagamos sus salarios y extras, reemplacen sus corazones por la bondad, honestidad y honradez, pero eso sería concretarse a pensar que no debe haber acciones específicas; cuando Gandhi peleó por la soberanía e independencia de India, pidió no sólo hacerlo de forma pacífica sino realizando bloqueos a la industria textil inglesa.
Aventar jitomatazos es peccata minuta ante lo que los políticos han hecho con este, nuestro pueblo. No se trata de cacería de brujas, pues ni siquiera a eso se llega, son simples protestas y deseos de que cambien por y a favor del pueblo.
Pero la verdad es que México no está aún preparado para que merezca un cambio, no mientras pida rezar por ello y la vida misma de cada persona este plagada de acciones deshonestas, injustas y poco equitativas. No puede ser que se exija a los políticos algo que la población no vive, la neta es que cada pueblo tiene lo que se merece y eso se fundamenta en los actos individuales de cada ciudadano: el que roba horas de trabajo, el que busca la tranza y todos aquéllos que buscan ventajas deshonrosas.
¿Usted qué opina?