Ignoro si será socio, prestanombres o empleado del ex gobernador Joaquín Hendricks Díaz en la empresa televisiva “México Travel Chanel”, pero el secretario de Finanzas y Planeación, el poblano Juan Vergara Fernández, metió las cuatro, al realizar un majestuoso guateque en uno de los hoteles más lujosos de Cancún que sólo evidenció una cosa: La política de austeridad es una farsa.
Resulta que el periodista Carlos Loret de Mola balconeó en El Universal a este funcionario que, se dice, quiere un cargo de elección (esperemos que no por Quintana Roo) y por ello el señor realizó una fiestecita en la que invitó a por lo menos 500 personas, incluyendo of course, a los altos mandos de este administración estatal, entre ellos el mismísimo gobernador Carlos Joaquín González.
Este tipo de faramallas son precisamente las que tienen lastimado a Quintana Roo, las que lo han endeudado a la vista de toda la población, generando desempleo y de carencias en los 11 municipios.
Los quintanarroenses ya no toleran más burlas, más abusos, ni uno más. Ya no permitirán que por un lado hablan de escasez de recursos y de planes de austeridad gubernamental y por el otro derrochan millones de pesos para darle vuelo a la banalidad, a la frivolidad, al desmadre, pues.
Antes, los anteriores gobiernos se tapaban los ojos para no ver las carencias de la gente, los rezagos sociales, pero tal parece que la actual administración ni siquiera hace eso, más bien le importa un carajo.
Y los pocos que aún tienen esperanzas de que esto cambiará, le han dado un margen no superior a enero para ver, al menos, una modificación en la actitud. Eso piensan, mientras que los funcionarios ríen a carcajadas con champaña en mano, embriagados de poder.
