El 5 de Junio el PRI recibió su más duro revés en unas elecciones en el Estado y aun y cuando ya había perdido en el 2005 la mayoría simple en el Congreso del Estado, al grado de tener como Presidente de la Gran Comisión a un diputado emanado de un partido distinto, de haber perdido con el PRD y con el PAN los principales Municipios, Benito Juárez, Cozumel, Isla Mujeres, Felipe Carrillo Puerto y José María Morelos, pero conservando la Capital del Estado y más que nada la joya de la corona que es la Gubernatura, ahora solo pierde la mayoría simple en el Congreso del Estado y tres Municipios, entre ellos los simbólicos porque son la Capital, Cozumel y Solidaridad, pero se le fue de las manos la Gubernatura.
El PRI está en la lucha política estatal, porque lo que le sobran son políticos que lo quieran operar y hasta volverlo una oposición fuerte y complicada para el próximo Gobierno y por ahí no debe de ir, tiene primero que reinventarse, desde arriba hacia abajo, como se barren las escaleras, tener la conciencia clara desde el nuevo liderazgo, que quien sea el nuevo Presidente del CDE, no debe de aspirar a ningún cargo de elección durante los cuatro años que dure su periodo, que se debería de abrir una convocatoria a la militancia para elegir a ese líder que se requiere en estos momentos difíciles, una elección directa y transparente, con urnas instaladas en cada Comité Municipal y con el padrón priista que existe, con una campaña corta y directa que paguen los aspirantes, que de ser posible hagan campaña juntos para dos cosas, abatir gastos y tener más unidad, con eventos con la militancia, esto mismo se deberá replicar para elegir a los nuevos Presidentes de los Comités Municipales.
Lo primero que tendrá que saber el nuevo líder, es que contara solamente con los recursos institucionales que proporciona el IEQRoo a los partidos políticos en el Estado y con alguna ayuda del Comité Nacional, todo lo demás lo tendrá que conseguir vía recaudaciones verdaderas entre sus militantes y mediante una estrategia recaudatoria por diversas vías propias, mientras se dedican a hacer política, mucha política y más política, porque esos tiempos se acortan y para el 2018 ya tendrán encima las elecciones federales para Presidente, Senadores, Diputados Federales y Ayuntamientos locales, escasos 18 meses para convencer a un electorado que ya midió sus fuerzas y verdaderamente son importantes.
