En Quintana Roo debemos prepararnos para lo que será una riña sin cuartel, que sin duda se levantará por la propuesta del Partido Verde Ecologista de eliminar los delfinarios.
La primera en brincar fue la diputada federal panista Patricia Sánchez Carrillo, quien fiel a su estilo arremetió en contra de los legisladores del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), por querer reformar la Ley General de Vida Silvestre que busca erradicar el encierro de mamíferos marinos.
Y más allá de quien gane la batalla, estrictamente el PVEM tiene la razón, pues hace un año se aprobó la Ley de Vida Silvestre para prohibir la exhibición de animales en los circos, y los delfinarios son exactamente lo mismo que se buscó erradicar el 8 de julio de 2015.
Sánchez Carillo argumenta que en seis estados de la República existen delfinarios, los cuales están regidos bajo la Norma Oficial Mexicana NOM-135-SEMARNAT-2004, para la regulación de la captura para investigación, transporte, exhibición, manejo y manutención de mamíferos marinos en cautiverio, publicada el 27 de agosto de 2004.
Sin embargo, la diputada es abogada y sabe bien que la ley debe ser pareja para todos, y si a los circos se les prohibió la exhibición de animales, esto debe aplicarse también para los delfinarios.
La panista reprocha que “pretenden subir una iniciativa para que se apruebe en el Pleno a dejarlos en libertad, estos señores quieren abrirle la puerta a la muerte a estos animales”, y sostuvo que aquí dependen 2 mil 700 empleos directos y 13 mil indirectos del espectáculo de delfines.
Puede ser que la diputada tenga razón, pero esto mismo se aplicó contra los circos, afectando miles de empleos y sacando del cautiverio a animales acostumbrados vivir así.
