POR SALVADOR MARTÍNEZ.- El Congreso de Estados Unidos aprobó la Reforma Fiscal que baja el impuesto a las empresas de 35 a 21 por ciento, lo que hará más atractiva la inversión allá, en perjuicio de la que pudiese darse aquí.
Los males no vienen solos, porque a ello hay que agregar la dificultad para renegociar el TLCAN, el bajo crecimiento económico, la devaluación del peso, el aumento en la inflación, el incremento de las tasas de interés y la terrible concentración de la riqueza.
Todo ello hará que el Producto Interno Bruto para el 2018 se reduzca aún más, hasta el riesgo de llegar a la recesión, justo en el periodo electoral en el que el PRI y su abanderado, José Antonio Meade, son corresponsables de la triste situación.
Igualmente se prevé aumento en la población en pobreza y pobreza extrema, lo cual marcará al sexenio de Peña Nieto, como uno negativo para las familias mexicanas, no así una baja en la carga impositiva, lo que se podría pensar obligado ante lo sucedido en el vecino país del norte, como medida indispensable para mantener la inversión y el crecimiento del país, pero no sucederá así.
AHORROS
En América Latina la situación general no se presenta mucho mejor y para este año se espera que aumente la pobreza hasta abarcar a 62 millones de personas en pobreza extrema.
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