En la actualidad se confunden las definiciones de muchos conceptos que están relacionados con los llamados valores; las personas suelen darle su toque personal de acuerdo a sus intereses, a su propio sentido sobre el mismo, de lo que ha vivido y de lo que le han enseñado en su medio familiar, en su estructura de pensamiento, es decir que se tiene una ambigüedad muy ambigua.
Un ejemplo es el del concepto de dignidad, que muchas veces es confundido con el de dureza; este hace referencia a: “La cualidad del que se hace valer como persona, se comporta con responsabilidad, seriedad y respeto hacia sí mismo y hacia los demás y no deja que lo humillen y lo degraden”. La dignidad es muy difícil de encontrar en las personas, sobre todo en nuestra sociedad.
Hablar de dignidad es saber levantar la frente ante situaciones que hacen sentir ofensa y degradación, ya sean estas actitudes o palabras; a veces resulta un poco difícil de discernir cuando se presentan este tipo de hechos pero hay algunos que suelen ser muy claros y detallados y muchas veces conocido por cientos de personas, tal es el caso de Donald Trump hacia México.
Esta piltrafa humana ha sido capaz de proferir ofensas en contra de seres de valor llamados mexicanos o latinos –ya que no sabe diferenciar-, ha ofendido a todo un pueblo, nos ha etiquetado como bazofias, indignos de permanecer en un país que hace mucho tiempo atrás nos perteneció como Nación y que aún más atrás en el tiempo era de los indios de América del Norte, los cuales en su mayoría fueron aniquilados por gente similar a este excrementos humanoide.
¿Usted qué opina de la visita non grata de tal escoria? ¿Debió ser invitado?
