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noviembre 27, 2024

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Destino de primera, transporte de tercera

Por estas fechas, la violencia, la imposición, la violación sistemática de las leyes, el incumplimiento, la prepotencia y sobre todo, la impunidad, marcan la tendencia del cómo hacer las cosas en todo el país y el destino no es la excepción.

Los sindicatos de taxistas, en especial el Andrés Quintana Roo de Cancún y el Lázaro Cárdenas del Río en Playa del Carmen, son el inmejorable ejemplo de todo lo anterior.

Lo que sorprende es que, aun cuando fueron uno de los artífices de la operación priista, específicamente borgista, sigan gozando de impunidad; no porque cuenten con la patente de corso oficial, es simplemente que la siguen ejerciendo con prepotencia.

Por un lado, el sindicato playense tiene el monopolio del transporte urbano, aun cuando el hecho esté penado por la propia Constitución; a través de sus “latas de sardinas” denominadas “minivanes” y sus “cafeteras” de la línea Transportes Unidos del Carmen.

Entre los dos sindicatos tienen también mayoriteado el servicio suburbano de transporte entre Playa del Carmen y Cancún.

Estamos claros los ciudadanos del impresionante desprecio que los “empresarios” del transporte tienen por los cancunenses, portomorelenses y playenses al poner a su servicio camionetas reducidas en espacio, y por si ello fuese poco, todavía tienen el desempacho de subir usuarios de pie.

Evidentemente, el usuario no tiene elección que viajar en ellas, más aún cuando pasan de las once de la noche, sin embargo, también viajan extranjeros; está claro, ni siquiera ello obsta para que los “socios” reconsideren mejorar su servicio; tal es el extremo, que hay una camioneta del sindicato de Playa cuya carrocería es Mercedes Benz y el motor, un V8 de los años 80 y con tantos problemas de adaptación, que se le filtra a la cabina el CO2.

Es fundamental destacar que los “socios”, muy pocos de ellos son “martillos”, la mayoría, son amigos de Félix, de Hendricks o del prófugo de la Justicia, Roberto Borge; ex funcionarios públicos o políticos; gente que, si alguna vez tuvieron la necesidad de viajar en transporte público, hoy muestran el desprecio por las opciones de quienes ganamos cada peso de nuestro sueldo con el esfuerzo honesto del trabajo y no le debemos nada al erario público.

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Buona Notte.

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