Síguenos

¿Qué estás buscando?

28 junio, 2024

Sin Categoría

¡DESPIERTA MÉXICO!

Gregorio Sánchez Martínez
Facebook: @GregSanchezM
Twitter: @GregSanchezM

SOS ¿Educación de panzazo… o corrupción?

“La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo” (Paulo Freire)

Nuestro México ocupa el vergonzoso último lugar de 36 países en cuanto al bienestar con su nivel educativo, según cifras informadas por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) el pasado 2015. ¿Cómo es posible que seamos de los países con mayor inversión económica en el ámbito educativo y tengamos una calidad educativa pésima? ¿Acaso será el resultado de la corrupción que existe en nuestro país y la complicidad entre las instituciones educativas y los sindicatos? Vivimos en una “Crisis del Conocimiento”.
¿Dónde quedó el sueño de José Vasconcelos, cuando hace aproximadamente 95 años, fundó la Secretaria de Educación Pública con el objetivo de reducir la desigualdad social y combatir la ignorancia de nuestra patria? Con el lema del gobierno emanado de la Revolución Mexicana, de una educación laica y gratuita para todos los mexicanos… ¿Cuándo perdimos el rumbo como país, como sociedad? ¿O será que la ignorancia y la corrupción son una política de estado para mantener a una sociedad ciega y sumisa, con hambre y miedo? ¿Será esta una estrategia para manipularnos políticamente?
La educación va más allá de asistir a la escuela y memorizar todos los contenidos. La educación no sólo se produce a través de la palabra, sino de todas nuestras acciones, sentimientos y actitudes. Comprendamos de una vez que no es una responsabilidad solo del gobierno o solo de los maestros o de los padres de familia. La educación es un trabajo multidisciplinario, es un acto de conciencia y de responsabilidad que todos debemos adoptar para lograr nuestro desarrollo como país y alcanzar una mejor calidad de vida.
Necesitamos crear maestros de excelencia para generar mexicanos de excelencia; maestros con las aptitudes, los valores y principios que nuestra patria demanda. Necesitamos romper las cadenas que politizaron la ética pedagógica y crearon el círculo vicioso de una educación pobre que genera mexicanos pobres. Son tiempos de premiar a los miles de maestros con capacidad y vocación de servicio que día a día acuden a las aulas a construir un México mejor, pero que, por alguna razón desconocida, no son los mejores pagados. ¡Ya basta!
Como bien dijo Denise Dresser en una ocasión: “En México, necesitamos un secretario de educación con cojones”.
Hasta pronto.

Te puede interesar

Advertisement