La semana anterior estuvo de visita en Quintana Roo, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien anunció junto a autoridades locales que “en Quintana Roo van por los grupos delincuenciales y sus principales cabecillas, a los cuales ya tienen identificados…”. Dijo: “Tenemos el diagnóstico de los grupos que actúan en el estado y quienes los lideran, por eso les digo que sabemos los objetivos por los que vamos. Sabemos los intereses que se dan en un estado tan importante como Quintana Roo y por supuesto no los vamos a dejar pasar”.
La plana mayor de la seguridad nacional estuvo en la reunión junto al secretario Osorio Chong en Cancún. Participaron el titular de la Policía Federal, Renato Sales, así como representantes de la Secretaría de la Defensa Nacional, Marina, Cisen y la Procuraduría General de la República a las que se sumó Carlos Joaquín, presidentes municipales y, diputados federales, entre ellos José Luis Toledo Medina, el legislador que cuando inició la escalada de violencia a inicios de este año, fue el único en promover un punto de acuerdo en la Cámara de Diputados de la Federación, tratando de adelantarse a los sucesos que ya preveía.
Carlos Joaquín quedo conforme porque sintió el “respaldo de la Federación”, pero: despacito, suavecito, como dice la canción, porque la problemática que hoy enfrentamos los quintanarroenses no se acaba por arte de magia; ya que pese a la llegada de contingentes de la Sedena, la violencia persiste en Quintana Roo.
La delincuencia se ha envalentonado ante la inacción de las autoridades en los últimos seis meses y, aquí vale la pena recordar lo que otra visita, esta vez la del encuestador Roy Campos, trasladó a un grupo selecto de funcionarios de la administración estatal en la charla que mantuvo con estos: “cuando prometes algo que sabes que no se puede cumplir ya tienes muy poco futuro en tu carrera política porque tarde o temprano sale el reclamo ciudadano sobre todo por la existencia de las redes sociales”; “es irresponsable prometer lo que sabes que no se va a cumplir y ahora tienes que basar la promesa en lo que sabes que se va a cumplir, promesas responsables y deseables”, concluyó.
Concluyente
Ahora sí, Carlos Joaquín optó por una solución realista al solicitar el apoyo de las autoridades federales y, no hacer tanto caso a algunos asesores cercanos a su despacho que en temas de seguridad “tocan de oído” o, tienen intereses contrapuestos.
Si el gobernador no es un agitador la agitación va a venir de abajo. Orden y seguridad es la primera responsabilidad que debe imponer con para demostrar liderazgo para luego avocarse a la crucial tarea de las políticas públicas y, para promover el turismo de manera profesional y sistemática, cosa que hasta ahora su administración no ha hecho.
