MAURO BAREA
Quintanarroísmos
Hace unos días me preguntaba sobre los avances de la disputa territorial que enfrenta Quintana Roo con Campeche y Yucatán desde 1996. Han pasado años de conflictos y apelaciones de las tres partes en diferentes niveles legislativos y judiciales, principalmente de Campeche y Quintana Roo, ¿pero cuál es el estatus actual de la controversia constitucional? En resumen: nada para nadie. Sin embargo, Campeche sigue poseyendo de manera ‘oficial’ el territorio perteneciente a su municipio Calakmul, ya que la impugnación pertenece a Quintana Roo y la última respuesta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación el 3 de junio de 2013, fue la de Poncio Pilatos: nosotros no podemos concluir nada, y el senado es el encargado de resolverlo. El caso es que, el senado, como quien no quiere la cosa, sólo ha hecho malabares con la papa caliente y el asunto sigue en el aire. Quintana Roo argumenta que ‘esto todavía no termina’ y Campeche revira ‘esto está finiquitado, y al no proceder la SCJN, el territorio es de nosotros’.
Hay preguntas sobre este tema: ¿quién será el valiente que tenga los arrestos para concluir la controversia? ¿Alguno de los candidatos piensa incluir esta propuesta, en aras del quintanarroismo? Este año de elecciones, 10,500 km2 cumplen 20 años de no tener la certeza constitucional de pertenecer a nuestro estado, y sería prudente recordarlo a quienes se sienten muy patrióticos a ese respecto.