Aquel 25 de mayo de 2010, cuando regresaba de la Ciudad de México agentes de la PGR lo detuvieron cuando como alcalde con licencia de Cancún, era ya el candidato a gobernador de la alianza Todos por Quintana Roo, integrada por el PRD, PT y Convergencia. Se lo acusó de tener nexos con organizaciones delictivas, delitos contra la salud y operaciones con recursos de procedencia ilícita. Estuvo preso en el penal de Nayarit por casi dos años y, no se le pudo comprobar las acusaciones que le hicieron. De lo que sí, era responsable, fue de encarnar un proyecto de fuerte simpatía popular.
En la última elección no permitió que llegara a la presidencia municipal de Benito Juárez su ex protegido político en el PRD. Hoy, el ex alcalde, Gregorio Sánchez Martínez está de regreso como dirigente estatal del Partido Encuentro Social (PES) y, tiene “en cartera”, 40 mil seguidores con nombre y domicilio y se siguen sumando muchos más con la expectativa que los reivindicará socialmente. Es el líder popular fenómeno que ha mantenido las esperanzas y expectativas ciudadanas ante el ocaso de los partidos políticos tradicionales y del propio Morena.
En los próximos meses se tendrán que hacer alianzas, acuerdos y enroques. Algunos partidos políticos seguirán enfrentando la diáspora de militantes, Otros pondrán en figurillas hasta al más pintado. El PES puede convertirse en un adversario impensado con Greg Sánchez de regreso en la política vernácula: “alabado sea, porque los que dieron la espalda al pueblo temblarán y rugirá el escarmiento…”
Afirmación temeraria
“En Quintana Roo nuestro reto es disminuir la brecha entre el norte y el sur, entre nuestras ciudades motores del liderazgo turístico mundial y nuestra zona rural olvidada y abandonada…” expresó el gobernador Carlos Joaquín en la firma con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) del convenio para elaborar indicadores claros y creíbles sobre la situación de pobreza y vulnerabilidad estatal.