Los Padres de familia, lo único que desean es dar una educación de calidad, en un mundo que parece exigir más a cada egresado para poder laborar, pero no sólo buscan eso, hay algo más que les mueve al llevar a sus hijos a una escuela determinada, entre ellos, la cercanía, el nivel social – status-, la clase de amigos, entre otras cosas.
Pero olvidan mucho en el camino, y es precisamente el nivel académico a la altura.
Lo peor de todo esto es, que muchas escuelas ya no son capaces de garantizarlo dadas las nuevas condiciones laborales impuestas, cada fin de ciclo escolar los maestros quedan al garete con sólo una endeble promesa por parte del patrón, de qué serán recontratados y tendrán horas para trabajar.
Así que al igual que muchos profesionistas, puede que en el trecho de mes o mes y medio encuentren otra oferta laboral y decidan no regresar.
Por otro lado, se pueden invertir las cosas para la Institución educativa, al quedarles maestros de baja calidad como únicos candidatos a ser contratados, esa es la paradoja de la educación hoy en día y que además, no sólo está afectando a la educación de los chicos del sistema particular sino que ya empezará a afectar a los del sistema oficial donde los parámetros de ésta contratación ya se han impuesto.
Si bien es imposible hacerse de una súper planta docente, por lo menos que los padres paguen lo justo por ciclo escolar, diez meses de Colegiatura y no los doce que han venido pagando por años.
Como se observa, si las reglas cambian entonces que los padres paguen lo justo en un sistema que afecta a sus trabajadores, y colabore con el bolsillo familiar.
¿Qué piensan los padres? ¿Les interesa?
