Se ampliará el caso en contra del exfuncionario de la Secretaria de Economía de Quintana Roo, Eduardo D.M., quien el pasado 10 de marzo la Fiscalía General del Estado determinó dejarlo absuelto del cargo de asesinato de un neonato y solamente tipificaron el delito de violencia intrafamiliar en agravio de una joven de 22 años.
Será el bufete jurídico Andrade y Andrade, quien retome este caso, ya que la joven también fue víctima de las mismas autoridades de la Fiscalía General del Estado, al encubrir al exfuncionario y solamente aceptar que le pague a la mujer 28 mil pesos para su tratamiento psicológico, y que este dinero se entregue en dos partes.
El abogado Gabino Andrade Romero, quien toma la defensa, aseguró que las autoridades solamente señalaron el caso como violencia intrafamiliar, ya que este delito no es grave y se dejó en el olvido que hubo pederastia, al involucrarse sexualmente el exfuncionario de más de 36 años de edad, con la joven que en su momento tenía 16 años, además de que la hizo abortar con engaños.
De acuerdo con la víctima, ella conoció al exfuncionario estatal en un gimnasio de Cancún, él se acercó a ella como amigos, diciéndole que tenía 27 años, a partir de ahí comenzaron su relación.
Tiempo después, él se la llevó a vivir con su familia a Chetumal, alejándola de los padres, en donde comenzaron los insultos y golpes, la víctima relató que una hermana del exfuncionario y una mujer de limpieza la veían llorar continuamente, por lo que le dijeron que lo abandonará; fue en ese momento que también se enteró que él había estado casado con Alejandra Novelo (esposa del exalcalde de Felipe Carrillo Puerto, Gabriel Carballo Tadeo), quien lo abandonó por la misma situación.
La joven inexperta salió embarazada, un día que el exfuncionario iba al gimnasio, ella le confesó que esperaban un bebé, lo que enfureció mucho a Eduardo D.M, ahí éste la golpeó por no querer tener hijos, la joven decidió irse de la casa.
Tiempo después Eduardo la buscó, le pidió perdón y le dijo que volvieran a su hogar, ella aceptó ingenuamente pensando en que de verdad había cambiado, sin imaginar lo peor: un día por la mañana él le preparó su desayuno, ella lo tomó con la confianza que debe tener una pareja en estos asuntos, y se fue a la universidad; ahí fue cuando empezó a sangrar hasta terminar en el hospital, su pareja le había puesto unas pastillas para abortar.
Hoy, la joven demanda justicia, pues perdió al neonato que ya se formaba en su vientre. Pide a las autoridades correspondientes, tomen cartas en el asunto y que se castigue a este presunto asesino.
