carlos cajero
¡Chimichanga!
Es un gran acierto por parte de los estudios Fox –después del fracaso en taquilla de “Los Cuatro Fantásticos”- llevar a la pantalla grande a uno de los antihéroes de Marvel más populares entre los fanáticos: Deadpool.
La tercera es la vencida para Ryan Reynolds quien ya había interpretado al personaje vestido de rojo en el filme “X Men Orígenes: Wolverine”, pero pasó sin pena ni gloria, y qué decir de la decepcionante adaptación de Linterna Verde, esta vez lo hace de manera sobresaliente y de una forma le podemos perdonar lo mal que lo hizo en los filmes anteriores.
La peli es diferente de principio a fin a todas las que hemos visto, y mira que ya son varias, pues logra plasmar la esencia del cómic en el largometraje, lo irreverente, el romper la cuarta pared (si no saben qué es eso, ¡no se preocupen!, él se los dirá cuando vayan a ver el filme), no caen en el insulto barato y en los desnudos injustificados, saben llevar muy bien la trama, no hay descanso para el espectador y eso se agradece.
Mención honorífica se lleva el cameo de Stan Lee, algo inesperado y agradable (y tal vez un poco innecesario… ¡Ja!)
La campaña publicitaria que hizo el estudio fue formidable muy apegada al personaje. Las apariciones de dos X Men son justificadas –y sí, muy graciosas, lástima que no alcanzó para meter más mutantes a la cinta pero tampoco se extrañaron. Deadpool es sin duda el primer estreno de súper héroes en el cine y si todas van a estar igual de buenas, valdrá la pena verlas todas. ¡Ah!, por último si hay escenas poscréditos (dos) y vale la pena esperarse al final.
Estimados lectores nos leemos la próxima semana.