Qué difícil debe ser el hecho de ver las noticias en la televisión, en los noticieros más vistos a nivel nacional y observar el despilfarro y la forma en que se ejercieron los recursos en este gobierno estatal, a manos llenas, millones y millones sin miramientos, sin escatimar en nada, y al final de la administración recibir dos mil pesos por el trabajo realizado durante casi seis años.
Quizá los trabajadores de muchos otros lugares darían las gracias por esta “gratificación”, si es otorgada de buena fe, pero cuando el burócrata observa los excesos, los abusos con el dinero, la forma de vida que se dieron los altos mandos, este “premio” se convierte en una burla.
Pero esto pinta a la perfección el desprecio que se sintió en esta administración estatal hacia los 21 mil trabajadores, hacia los que en realidad hicieron la talacha, los que se sobaron el lomo, mientras que otros viajaban a costa del erario.
¿A qué pueden saber esos 2 mil pesos? ¿Hasta cuándo se respetará al sector laboral?
Ayer fue aprobado el otorgamiento de esta “gratificación” y no hay quien pueda dudar que hoy los trabajadores se manifestarán en contra de esto que consideran una limosna, una baba que a la gente le alcanza para una despensa regular.
No se vale, por supuesto que no es válido que los gobernantes gasten el dinero como se hizo, con total impunidad, y hoy otorguen esos bonos raquíticos a trabajadores que esperaban más dinero para hacer frente a un posible despido de la próxima administración.
Estas son las acciones que se convierten en inolvidables para la gente, para aquellos que se encargarán de poner a cada uno de quienes gobernaron su estado, en su justo lugar en la historia de esta entidad.
