En verdad quiero creer que hay una confusión, que no es cierto, que el ex gobernador Roberto Borge no se atrevió a meter a su progenitora en un lío como el que se está descubriendo con la venta fraudulenta de 10 mil hectáreas de terrenos a un precio irrisorio.
Se dijo ya que la Mamá de Roberto Borge estaría inmiscuida en este hecho, al ser ella quien compró equis número de hectáreas, pues de ser cierto, la señora estaría de frente ante un problema mayúsculo ante la justicia.
Ante nada, quien esto escribe aclara que la señora Angulo de Borge merece todo el respeto, así como estamos seguros que en caso de aparecer su nombre en estos hechos y en la denuncia ante la PGR, ella misma pudo ser víctima de un engaño, sí, de un engaño de su propio hijo que siempre creyó que el poder tenía continuidad garantizada.
El hecho ha dejado atónitos a propios y extraños, pues el gobernador pudo haber utilizado miles y miles de prestanombres, antes que el de su propia madre, quien por cierto, se dice, utilizó dos o tres nombres para la compra-venta con el Gobierno del Estado.
Y es que el hecho es de suma gravedad, pues según la información difundida, la denuncia presentada ante la PGR incluye a esta señora que, aun cuando no tengo el gusto de conocerla, me temo que debe ser una persona de edad avanzada.
Esto es una prueba más de la inmisericorde soberbia que mantuvo aquel que dejó el poder en septiembre pasado, pues sintió que él era tan poderoso que podía poner y quitar a quien le diera la gana, inclusive a su sucesor.
Lo cierto es que ya obra una acusación muy grave contra su persona y su madre en manos de la PGR, una que traspasa la frontera estatal y que apenas es la punta de un enorme iceberg.
