¿Por qué en Benito Juárez ganó holgadamente la Presidencia Municipal el Partido Verde en coalición con el PRI, cuando fue contundente la victoria de la alianza opositora PAN-PRD en la gubernatura?
La explicación más evidente, incluso descarada, fue la compra y coacción del voto que, sin embargo, por sí sola no hubiera sido tan contundente.
En las cifras del PREP es evidente también que Benito Juárez -donde se concentra casi el 50% de los votantes de Quintana Roo- ocupó el penúltimo lugar en participación ciudadana con un 47%.
Solidaridad se ubicó en el último lugar con el 40% de ciudadanos enlistados que acudieron a votar y, sin embargo, ahí la alianza PAN-PRD ganó –aunque no tan holgadamente- la Presidencia Municipal. ¿Qué influyó? Primero, la fractura del voto fue más profunda en Benito Juárez; por ejemplo, Gregorio Sánchez, del PES, obtuvo casi 33 mil sufragios, superando incluso los 30 mil que fueron para el PRI individualmente.
En contraste, el PES obtuvo en Solidaridad apenas 2 mil votos y el Partido Verde, 1,126, una diferencia abismal con los 41 mil sufragios que ganó, individualmente, en Cancún y que fueron casi el total de votos que reportó en la elección por la gubernatura: 42,005.
La fórmula despensas, tarjetas, acarreo, coacción, más espectáculo, fe y religión, fue muy redituable en Benito Juárez para el Verde aunque no tanto para su aliado el PRI que, en esta ciudad, pasó a ser la cuarta fuerza, después del PES.
A nivel municipal el PAN se ubicó como segunda fuerza y a nivel estatal, como primera, con más de 162 mil votos a favor. Quintana Roo es, políticamente, una entidad azul, mientras que a Cancún lo marcaron de verde.