POR JAIME FARÍAS ARIAS.- Agoniza el 2017 y aunque Carlos Joaquín González gobierna desde hace 15 meses, cumple al cierre de este mes de diciembre su primer año completo (calendario) gobernando Quintana Roo, se fue el primer año completo del cambio, un cambio que ha tenido sus resistencias en algunos rubros y en algunos funcionarios que continúan con las viejas costumbres y hábitos de quienes fueran poderosos priistas a lo largo de cuatro décadas de mandato.
Siempre habrá crítica hacia los gobernantes, sea satisfactoria o no su labor al frente de un país, una entidad o municipio, en Quintana Roo no es la excepción, hay voces que se quejan de la administración de Joaquín González, se preguntan ¿que dónde está el cambio? y efectivamente habrá puntos en que los cambios tardan más que otros en llegar o reflejarse, sobre todo ser perceptivos por una sociedad que ha sido lastimada por muchos años, que se ha vuelto desconfiada y hasta incluso incrédula, pero aunque el hubiera no existe, yo le preguntaré a usted amigo lector, si fuera gobernador Mauricio Góngora, ¿cree usted que Borge estaría hoy en Panamá encarcelado a unos días de ser extraditado a México?
¿Mauricio Rodríguez, titular de Seduvi en era borgista, habría devuelto 39 millones de pesos que robó y por el cual estuvo preso por 188 días? ¿Estarían más de 15 ex funcionarios de la administración de Borge en la lista de la PGR a punto de levantarles orden de aprehensión e incluso algunos ya considerados prófugos de la justicia? ¿Podrían ejercer los periodistas o medios de comunicación libertad de expresión sin recibir amenazas o ser encarcelados?
Son solo algunas preguntas que usted amigo lector podrá responder en su interior, lo que considera este reportero es que Carlos Joaquín ha trabajado a marchas forzadas, con unas finanzas que recibió en números rojos, que tuvo el acierto de delegar esa fundamental asignatura al Dr. Juan Vergara Fernández, como titular de la Sefiplan, quien ha demostrado su talento con una crematística sana, transparente, sin estar desviando recursos o comercializando el patrimonio del estado como en sexenios pasados.
El gobernador Carlos Joaquín no sólo ha cumplido sus promesas de campaña, sino que ha mostrado mano firme y sapiencia para incluso proceder contra su antecesor, otros en su lugar seguramente no habrían tenido el valor o lo que es peor habrían servido de tapaderas como ocurrió en los últimos 40 años en la entidad.