Este domingo 4 de junio habrá elecciones en los estados de Coahuila, Nayarit, Veracruz, Estado de México, así como en Tlaxcala y Oaxaca, en estas dos últimas solo en algunas de sus comunidades.
La que destaca sin duda es la jornada electoral del Estado de México, donde se elegirá gobernador, la tierra del actual presidente de nuestro país, Enrique Peña Nieto, lo que sería imperdonable para el Partido Revolucionario Institucional tener un revés, máxime que el tricolor tiene una hegemonía y control absoluto de aquella entidad desde hace 90 años, una dinastía familiar al frente de una entidad que a pesar de contar con un desarrollo económico importante y una ubicación privilegiada teniendo de vecino a la capital del país, es imperdonable que el 49% de su población viva en pobreza, que tenga altos índices de homicidios y feminicidios, que los principales conceptos que se manejan en el gobierno mexiquense sean corrupción, impunidad, clientelismo , servilismo, corporativismo, elitismo, en fin, solo parte de los principales conceptos que se practican desde hace décadas en el Estado de México.
En el PRI hay mucho temor por una potencial derrota, sus discursos de la lucha contra la impunidad ya nadie les cree, la población esta fastidiada, cansada, harta de las mismas mentiras de siempre, así, una de sus estrategias políticas de este 2017 rumbo a los comicios fue detener a ex gobernadores, que en sus mandatos fueron más que evidentes sus excesos a costas del erario público, primero desde Los Pinos se tomó la decisión de ir por Tomás Yarrington a Italia, luego por Javier Duarte a Guatemala, de inmediato salieron discursos de que el gobierno federal sí está preocupado y ocupado por combatir la corrupción , bla, bla, bla, pero en el papel, en las encuestas y sobre todo en el sentir de la población mexiquense se percibe una victoria de una maestra que la minimizaron sus oponentes, que fue alcaldesa de Texcoco y que ahora busca la gubernatura bajo las siglas del partido de Andrés Manuel López Obrador, Morena.
Ante este panorama, se toma la decisión en Los Pinos como se diría coloquialmente a tirar patadas de ahogado, anunciando que ya hay una orden de aprehensión en contra del ex mandatario de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo, tratando de que la población admita que en realidad sí se está investigando y procesando a los ex gobernadores, incluso priistas, que cometieron delitos en su paso, y por ende buscar la confianza ciudadana para que en unas cuantas horas acuda a emitir el sufragio no solo en el Estado de México, sino también en Coahuila y Nayarit donde elegirán gobernador, y qué decir de Veracruz que a pesar de que ahí no elegirán mandatario estatal, sí emitirán el voto para elegir a su presidente municipal en 212 ayuntamientos, no es cualquier cosa, Veracruz es un bastión importante en la antesala de las elecciones de 2018, prueba de ello es que los priistas aplican las viejas prácticas de solicitar credenciales de elector a miles de ciudadanos a cambio de mil pesos, es lo que nos reportan en municipios como Coatzacoalcos, Agua Dulce, Las Choapas (tierra de la hoy famosa Eva Cadena), Minatitlán, en fin.
Lo cierto es que las detenciones y ahora el caso de la orden de aprehensión al ex mandatario quintanarroense, Roberto Borge, son una mera estrategia desde Los Pinos por buscar lo perdido desde hace tiempo con la población, su confianza, de cualquier forma es importante destacar que así sean épocas de elecciones o no, la autoridad debe proseguir su tarea y responsabilidad de detener y capturar aquellos que se sirvieron del poder, aquellos que de forma grosera obtuvieron beneficios personales, familiares y de su gente muy cercana a costas del erario público, aquellos que se sintieron virreyes y encarcelaban o amenazaban periodistas que no estaban domesticados, aquellos que hasta involucraron a su madre por sangrar las arcas , aquellos que hoy podrían estar escondidos en algún rincón de Quintana Roo, o incluso, estén fuera del país, posiblemente en Canadá.
Ya está la orden contra Borge y ¿la captura para cuándo? Esperarán los resultados del Estado de México? Porque si pierde el PRI habrá que guardarlo un buen rato para que cuando se aproxime la elección del 2018 tener ese “as” bajo la manga y soltarlo en otro momento más propicio ¿no cree usted?