En la víspera de su toma de posesión como presidente municipal de Benito Juárez, Remberto Estrada Barba, ha mostrado una mayor entereza, una madurez política y la sensibilidad para tomar al toro por los cuernos, a fin entrarle de lleno a los temas más importantes para la sociedad.
Remberto está perfectamente consciente del tiradero que le está dejando su antecesor, el aún alcalde Paul Carrillo, en especial sobre el tema de la seguridad, ya que nunca en la historia de este municipio se había dado una ola de violencia como la que está dejando la actual administración de este municipio.
La reunión que sostuvo hace unos días el presidente municipal electo con la Coordinadora de la Policía Federal (PF), Edith Aracely Rodriguez Navarro, da fe de la congruencia con la que se está manejando, y créame que se dice fácil, pero la congruencia es una virtud que no se da muy seguido entre los políticos.
Estrada Barba tiene el firme interés de cumplir sus compromisos de campaña, y claro está que brindar seguridad, protección y vigilancia a la población de Benito Juárez, está palomeada en su agenda como una de sus máximas prioridades.
Por ello es que durante su encuentro, el alcalde electo reiteró su compromiso de trabajar coordinadamente con la Policía Federal, en aras de reforzar la seguridad y recobrar la tranquilidad de los benitojuarenses.
Ambos coincidieron en la necesidad de elaborar estrategias comunes que se sumen al esfuerzo para disminuir los índices delictivos en este destino vacacional y en desarrollar una agenda de trabajo que reditúe en beneficios a los benitojuarenses en materia de seguridad.
Así, Remberto muestra el interés por recuperar la seguridad que tenía este municipio y que tiró por la borda Paul Carrillo.
