Ante fallidas respuestas afectivas que no están dando los gobiernos ni tampoco las condiciones adecuadas para que defensores y defensoras en derechos humanos cumplamos nuestro trabajo, las redes sociales se han convertido en una herramienta útil para dar respuesta de manera parcial y momentánea a problemáticas claves sin que resuelvan de fondo al carecer de capacidad de poner límites al poder que se ejerce desde las instituciones.
Si bien la incidencia política es el conjunto de acciones que utilizamos los ciudadanos y la sociedad civil organizada como una opción más para modificar legislaciones o lograr avances en materia de igualdad de género o de derechos humanos, el activismo en los medios sociales se ha convertido en una fascinante versión moderna de protesta y de comunicación, que si bien no llega con fuerza para resolver problemas o violaciones que puedan estar afectándonos, ha convertido el internet en una plataforma de medios sociales con el que podemos incidir con mayor presencia y mayor alcance, ya que mejores tecnologías y mejores teléfonos móviles con mejores cámaras hoy nos permiten realizar un “activismo virtual” que convierte cualquier protesta en un trending topic.
Hoy el binomio >ciudadanía e internet< se ha convertido en un instrumento imprescindible para activistas, blogueros y periodistas ciudadanos para luchar contra la censura y la defensa a nuestra libertad de expresión al intercambiar nuestros aprendizajes y al compartir cómo utilizar la tecnología de las comunicaciones en beneficio propio o a favor de una causa.
Considero que el desinterés político por la democracia está en vías de desaparecer con transformaciones hacia una nueva cultura política interactiva con fuertes sustentos virtuales, ya que al resultar inadvertida en ciertos momentos de calma o represión, puede reaparecer con una tremenda fuerza en momentos críticos o de conflicto por esa conexión hoy existente entre la política y la tecnología que las vuelve en canales de información y comunicación para la denuncia virtual ante o conflicto sociales.
Creo que al poder implementar en las redes sociales un activismo se conseguiría el que se superara esa apatía política referida con acciones construidas desde herramientas como el twitter, el YouTube o el Instagram que con brotes espontáneos y de auto convocatoria a movimientos se podrían lograr cambios en la acción social derivada por estas mismas y que hoy sin duda alguna estan representando grandes riesgos para la clase política.