ROBERTO LEMUS / GRUPO CANTÓN
TULUM. – La industria turística de Tulum, considerada durante años el motor económico del municipio, atraviesa uno de sus momentos más críticos. Guías oficiales, agencias de viajes y trabajadores del sector reportan una disminución drástica en la afluencia de visitantes, lo que ha impactado de forma directa en los ingresos de cientos de familias que dependen de esta actividad.
De acuerdo con Julio Villagómez Villalobos, guía acreditado en la zona arqueológica de Tulum, el problema no responde a una sola causa, sino a una combinación de factores internos y externos que han deteriorado la imagen del destino.
“Son muchos factores los que están afectando. Ahora la afluencia bajó bastante y la verdad es que nunca tuvimos temporadas altas”, señaló.
Uno de los elementos más señalados por los prestadores de servicios turísticos es la percepción de inseguridad, acompañada del incremento en tarifas que enfrentan los visitantes, incluido el costo de acceso al Parque Nacional. A ello se suma lo que califican como “promoción negativa” del destino, que ha afectado la confianza de los viajeros.
“La falta de información clara, los cobros excesivos y el alza en los precios desaniman al turista. Estos problemas no han sido atendidos adecuadamente”, apuntó Villagómez.
A la crisis se añade la presencia de guías no certificados, conocidos como “piratas”, quienes ofrecen recorridos a muy bajo costo o incluso solo por propinas. Esto genera una competencia desleal que golpea a los guías oficiales.
“Nos hemos mantenido con apenas un 25% o 30% de trabajo. Hay días en los que mis compañeros se van sin ingresos”, denunció el guía, al recalcar que agencias y visitantes optan por contratar servicios informales para abaratar gastos.
El desinterés por Tulum se refleja también en el desplazamiento del turismo hacia otros puntos de la península de Yucatán y del país. Mientras que algunos visitantes optan por Mérida, Valladolid u otros destinos yucatecos, otros eligen el Pacífico mexicano, que en las últimas semanas ha concentrado gran parte de la actividad turística nacional.
Aunque la problemática del sargazo parece estar bajo control en esta temporada, los retos de fondo persisten: falta de promoción efectiva, inseguridad, altos costos y ausencia de regulación contra la informalidad.
La crisis actual pone en riesgo uno de los pilares económicos de Quintana Roo. Prestadores de servicios advierten que, sin medidas estructurales, la pérdida de competitividad podría agravarse y consolidar un éxodo de turistas hacia otros destinos del país, dejando a Tulum en una posición frágil dentro de la industria turística nacional.