Roberto Lemus / Grupo Cantón
La UNTRAC anunció su participación en la marcha, con el objetivo de visibilizar las inquietudes de la comunidad sobre las condiciones actuales del parque.
Tulum.– El Sindicato de la Unión Nacional de Transportistas del Cambio (UNTRAC), sección 2, anunció que se sumará a la protesta convocada para el próximo 31 de agosto en rechazo a las afectaciones económicas y sociales que ha generado el Parque del Jaguar en Tulum.
Moisés Pool Quijano, secretario general de la UNTRAC en la región, señaló que los transportistas forman parte de la comunidad y enfrentan directamente el impacto negativo en el turismo, lo que repercute en la demanda de sus servicios. “El turismo mermó enormemente a como venía antes. Cuando trasladamos visitantes, sus comentarios son muy negativos por los altos costos de acceso y los múltiples filtros que deben pasar. Eso nos afecta a todos como prestadores de servicio”, puntualizó.
El dirigente afirmó que la postura del sindicato es clara: acompañar las movilizaciones pacíficas para exigir al gobierno federal que atienda la voz de los distintos sectores locales. “La UNTRAC se une totalmente. Si se va a realizar la marcha o el cierre de calles, estaremos ahí, de manera pacífica, porque juntos podemos llegar más lejos y demostrar que no estamos de acuerdo con lo que se impuso desde la federación”, dijo.
Subrayó que las inconformidades no son exclusivas de un grupo, sino que alcanzan a transportistas, comerciantes, artesanos, cooperativas pesqueras y a la sociedad en general. Explicó que incluso visitantes de municipios con altos índices de pobreza, como Felipe Carrillo Puerto, enfrentan tarifas más elevadas que los residentes de Tulum, lo que calificó como un acto de discriminación.
Con esta adhesión, el gremio transportista se suma al bloque de organizaciones civiles, empresarios, vendedores y prestadores de servicios que buscan visibilizar los problemas derivados del modelo de operación del Parque del Jaguar, al que acusan de excluir a la comunidad local de los beneficios turísticos y encarecer la experiencia para los visitantes.
La protesta programada para el 31 de agosto contempla cierres en las principales entradas a la zona arqueológica, en un esfuerzo por llamar la atención de las autoridades y demandar una revisión a las condiciones actuales del parque.
