Roberto Lemus / Grupo Cantón
La selva de Tulum fue el escenario del ‘Jungle Trail Running’, evento que reunió a corredores locales y visitantes en una experiencia que promueve el deporte.
TULUM. – La selva se convirtió en escenario de una experiencia distinta durante la realización del ‘Jungle Trail Running’, evento que combinó el atletismo con música en vivo y un ambiente festivalero en plena naturaleza.
La competencia reunió a corredores locales y visitantes que, además de cumplir con el reto físico, participaron en una jornada que fusionó deporte, comunidad y turismo. Mesas de registro instaladas bajo los árboles, música electrónica a cargo de DJ’s y la energía del público acompañaron la carrera, dándole un carácter poco convencional.
El evento contó con la participación de autoridades municipales, entre ellas Haydee Hernández Pastrana, directora de Promoción Turística; la síndico municipal Rifka Queruel Nussbaum; y el director general del Deporte, Moisés Alberto Muñoz Rodríguez.
También estuvo presente Rodrigo “La Avispa” López Hernández, director del Deporte, quien acompañó a los corredores en un ambiente cercano y de convivencia.
La edición de este año del ‘Jungle Trail Running’ fue concebida no solo como una prueba atlética, sino como un espacio de encuentro social y cultural. Corredores amateurs y profesionales compartieron el trayecto con funcionarios municipales, reforzando la idea de que el deporte es un vínculo que une a la comunidad.
En la meta, el ambiente se transformó en una celebración con ritmos electrónicos, que convirtieron el cierre de la competencia en un espacio similar a un festival al aire libre.
Identidad y proyección turística
Para el municipio de Tulum, el evento representó una oportunidad de mostrar que la oferta local va más allá del turismo de playa.
Con la organización de actividades deportivas en escenarios naturales, se busca proyectar al destino como un punto de convergencia entre salud, cultura, naturaleza y entretenimiento.
El ‘Jungle Trail Running’ dejó en claro que la selva también puede ser escenario de convivencia y proyección turística, donde deporte y música se entrelazan para fortalecer la identidad local y atraer nuevas experiencias al destino.