Roberto Lemus / Grupo Cantón
Se suma la preferencia de los viajeros internacionales por el Aeropuerto Internacional de Cancún (CUN), como el principal centro de operaciones aéreas
TULUM.— Delta Air Lines, la primera aerolínea estadounidense en anunciar operaciones en el Aeropuerto Internacional Felipe Carrillo Puerto (TQO), confirmó la cancelación de dos de sus rutas estacionales que conectarían Tulum con Detroit (DTW) y Minneapolis/St. Paul (MSP).
La decisión refleja los desafíos que enfrenta la nueva terminal aérea, inaugurada en diciembre pasado con la expectativa de convertirse en un polo de conectividad internacional para la Riviera Maya.
Aunque Delta mantiene su ruta principal desde Atlanta (ATL), la suspensión de los vuelos desde Detroit y Minneapolis se interpreta como un ajuste estratégico ante la falta de demanda suficiente para sostener la operación.
El caso de Delta no es aislado. Aerolíneas como American Airlines, United Airlines y Air Canada han reducido su número de frecuencias hacia Tulum, mientras que Spirit Airlines, Copa Airlines y Discover Airlines suspendieron por completo sus rutas.
En conjunto, la medida responde a un mismo fenómeno: la sobreestimación del mercado a corto plazo.
Expertos señalan que, tras la apertura del aeropuerto, múltiples compañías ingresaron de manera simultánea con nuevas conexiones, generando una sobreoferta de asientos que el destino aún no logra absorber.
A ello se suma la preferencia de los viajeros internacionales por el Aeropuerto Internacional de Cancún (CUN), que se mantiene como el principal centro de operaciones aéreas de la región.
La cancelación de Delta tiene un impacto particular porque fue la primera aerolínea estadounidense en confirmar vuelos a TQO, lo que en su momento fue interpretado como un respaldo a la viabilidad del nuevo aeropuerto.
Su retiro parcial, en cambio, plantea interrogantes sobre la consolidación de la terminal y obliga a rediseñar estrategias para fortalecer las rutas existentes.
La reorientación de aeronaves hacia destinos más rentables muestra que las aerolíneas buscan optimizar recursos en un contexto de competencia global.
Para Tulum, el reto será demostrar su viabilidad en el mediano plazo dentro de uno de los corredores turísticos más competitivos del mundo, equilibrando la oferta de vuelos con la verdadera capacidad de atracción del destino.