Redacción / Grupo Cantón
Un video viral muestra a un operador negando el servicio y evidenciando el control territorial, además de la falta de tarifas oficiales.
Tulum.— A pocos días del inicio de la temporada alta, un nuevo incidente volvió a exhibir el desorden, la falta de regulación y los abusos tarifarios dentro del servicio de taxi en Tulum. Un video difundido en redes sociales muestra a un operador negando el servicio a turistas puertorriqueños afuera del club Tantra, incluso cuando los visitantes ya estaban a bordo de la unidad.
Según el testimonio de uno de los turistas, el conductor les exigió 1,500 pesos para trasladarlos al centro, una tarifa que no cuenta con sustento oficial ni aparece en ningún tabulador público.
La escena se volvió tensa cuando un ciudadano mexicano intervino para ayudarlos y reclamó al taxista: “por eso dañan al turista”. El operador, antes de retirarse, respondió: “no es eso, son políticas”.
El apoyo no llegó. El ciudadano intentó contactar a un taxista de confianza, pero este también se negó a acudir. Argumentó que solo los taxis del sitio pueden operar en esa zona, lo que confirma un control territorial que limita la competencia, fomenta abusos y deja a los visitantes sin opciones seguras de movilidad.
El caso se suma a una larga lista de señalamientos por cobros excesivos, negativas de servicio y confrontaciones en plena vía pública que han afectado tanto a turistas como a residentes. Sin embargo, pese a la creciente presión social, el secretario general del Sindicato “Tiburones del Caribe”, Manuel Enrique Solís Alcocer, no ha dado a conocer acciones concretas para regular tarifas o mejorar la operación del gremio.
Solís Alcocer llegó al cargo como candidato único, en un proceso interno criticado por su falta de competencia. Aunque ha sido visto con escoltas y vehículos de lujo, no ha presentado una agenda que responda a los abusos que se acumulan en redes sociales y en las denuncias ciudadanas. A ello se suma que el dirigente no reside en Tulum, sino en Chetumal, lo que ha generado cuestionamientos sobre su conocimiento real de la problemática local.
El descontrol en el servicio de taxi se mantiene como uno de los principales puntos de tensión en el municipio. La ausencia de un tarifario oficial, la operación por zonas controladas y la falta de supervisión efectiva auguran nuevos incidentes en plena temporada turística, afectando la imagen del destino y la confianza de los visitantes.