La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) dio entrada a la denuncia interpuesta por el Movimiento Voces Unidas de Puerto Morelos por relleno de manglar y humedal en este destino turístico.
Con el número de expediente PFPA/29.7/2C.28.2/0128-18, la dependencia federal brindará seguimiento a la querella interpuesta por Tamara Margarita Adame Sánchez, representante de la organización antes mencionada.
De acuerdo con el artículo 5 fracciones II, III, XIX y XXI de la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, la Profepa tendrá que darle seguimiento a la denuncia, ya que la acción es elemento de delito.
Además, que tendrá que realizar todas las diligencias necesarias para determinar la existencia de los actos, hechos u omisiones constitutivas de la denuncia y se ordena solicitar a la Subdelegación de Inspección y Vigilancia en Impacto Ambiental y Zona Federal Marítimo Terrestre, así como a la Subdelegación de Inspección y Vigilancia en Recursos Materiales, las actuaciones que estime pertinentes al sitio, según lo dispuesto también en los artículos 5 y 161 de la Ley General de Equilibrio Ecológico.
El pasado 29 de abril dimos a conocer que un grupo de especialistas dedicados a la investigación de aves migratorias, gracias a la utilización de drones, descubrieron una afectación muy seria al mangle justo a espaldas del primer cuadro de la ciudad que va casi desde la entrada a Puerto Morelos hasta Punta Brava, corresponde al manglar y humedal costero, en la zona ubicada al sur del camino de acceso al casco antiguo de Puerto Morelos.
Los ambientalistas, tanto de Puerto Morelos y ahora de Cancún, consideran que la situación es muy grave, ya que las violaciones al medio ambiente en este municipio han sido constantes, con cambios de uso de suelo en zonas manglar completamente contrarias a las actuales leyes ambientales, así como de densidad a 80 metros de lugares que antes tenían autorizado solamente 20 como es el caso de proyectos de edificación en la zona de Punta Brava.
El relleno para hacer la brecha se hizo de manera sigilosa; los camiones entraban al poblado y se iban hasta el fondo, directo a las instalaciones del CID desde donde ingresaban para ir poco a poco cubriendo el espacio para matar el flujo del agua y de esta manera matar un buen tramo te terreno.
“La vegetación que quedó en medio seguro va a desaparecer al cortarle los flujos de agua que los alimentan. Y estamos hablando de mangle, especie protegida en nuestro país” explicó la bióloga Rosa Elisa Rodríguez Martínez, especialista en el laboratorio de ecología del Instituto de Limnología de Ciencias del Mar de Puerto Morelos.
El crimen ambiental
Esta técnica utilizada se ha hecho común entre los inversionistas. Primero rellenan alrededor del mangle, de tal manera que cortan el flujo del agua hacia el centro y por consiguiente la vegetación muere con el paso de las semanas. Pero, además, mientras la maquinaria pesada va haciendo estos bordes, aplastan animales a su paso: cocodrilos, peces, insectos, diversos reptiles, aves, entre otros.
Dar un veredicto de la gravedad del tema en este momento, resulta un tanto aventurado reconocen los ambientalistas de la asociación Voces de Puerto Morelos.
Pero no sólo las especies endémicas de la zona. Esta afectación a los mangles impacta de igual manera a las aves migratorias como la garza blanca, la garza gris, la espátula rosada, los flamingos, entre otros, que, durante los meses de mayo a julio, llegan a esta zona que se ha convertido en su santuario.
Los portomorelenses veían pasar los volquetes hacia la zona del CID y nunca se imaginaron lo que en realidad estaba ocurriendo. Y es que la zona compactada incluso tiene material pétreo, que sin duda provoca un daño ambiental difícilmente recuperable.
Agencias
Grupo Cantón