CANCÚN.- A raíz del incremento de la violencia en Quintana Roo, sobre todo en los principales destinos turísticos como Cancún y Playa de Carmen, ‘Mabrian Technologies’, empresa especializada en análisis de datos para el sector turístico, realizó un estudio basado en la observación de datos transaccionales y de comportamiento en relación al destino.
De entrada, resalta la caída del principal mercado emisor de turistas, Estados Unidos, que en contraste muestra un alza en los destinos con que tradicionalmente ha competido el Caribe mexicano, República Dominicana y Jamaica.
“Si comparamos este mismo índice entre Cancún y sus principales competidores en el Caribe, se observa cómo, en general, el destino mexicano ofrece una percepción de seguridad menor al resto. Esta diferencia —a la baja— se muestra especialmente para los mercados canadiense, estadounidense y alemán”, señala el estudio.
Hay que recordar que Cancún a través del Aeropuerto Internacional es la
puerta de entrada no sólo al Caribe mexicano, sino para otros destinos que se encuentran en la Península de Yucatán y el Sureste del país.
Por ello, la preocupación de diversos mercados europeos llevó a que la consultora internacional Mabrian realizara el estudio en el que expone que el destino vacacional costero más importante de México, y uno de los más importantes de América, parece que se enfrenta a una profunda crisis.
“El último jarro de agua fría para los gestores y empresarios del destino ha sido la inclusión por primera vez de Cancún entre las 50 ciudades más peligrosas del mundo”, dice.
Y es que, según el informe publicado por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, Cancún es la decimotercera ciudad más peligrosa del mundo por su tasa de homicidios por habitantes (547 homicidios en 2018).
A esta cifra, debemos sumar lo que ocurre en la Riviera Maya, donde Playa del Carmen también enfrenta una tasa de homicidios a la alza.
Y mientras que la tasa de ocupación hotelera en Cancún cayó hasta 14% y en la Riviera Maya fue del 3%; se acumulan los problemas para el destino: seguridad y promoción, además de la molestia que genera el sargazo en las playas.
Si bien las zona turísticas de ambas ciudades no son objetivo de la delincuencia, ni escenario de violencia, “la noticia no hace más que minar todavía más la maltrecha reputación del destino, y se suma a las problemáticas de la menor conectividad aérea con mercados clave y menor inversión promocional por la disolución del Consejo de Promoción Turística de México”, según Mabrian.
Diversos empresarios hoteleros confirman que la demanda y las reservas muestran una fuerte desaceleración en los primeros meses del 2019. La caída en las tasas de ocupación alcanza hasta 14%, según apunta Apple Leisure Group, uno de los principales operadores turísticos para el destino.
Por Fernando Morcillo/Grupo Cantón
