Jazmín Ramos / Grupo Cantón
“Se busca integrar criterios de conservación de la biodiversidad en el sector turismo en áreas costeras”
Cancún,-El coordinador del proyecto Integración de Criterios de Conservación de la Biodiversidad en el Sector Turístico, Adrián Méndez Barrera, consideró urgente parar la deforestación del manglar y la selva en Quintana Roo, además de establecer acciones concretas para mitigar el deterioro de los arrecifes, pues se corre el riesgo de enfrentar fenómenos meteorológicos devastadores como el Otis en Acapulco.
En entrevista para este rotativo, señaló que en el estado ya se percibe un impacto negativo en la biodiversidad por el desarrollo desmedido de la actividad turística y el avance no planeado de la mancha urbana, por lo que, si no se detiene, la región estará desprotegida al impacto de los huracanes.
“Una prueba del devastador que puede ser el fenómeno meteorológico cuando se pierden las barreras naturales como los manglares y la selva, es el Otis en Acapulco, en donde prácticamente acabaron con los humedales, principalmente en lo que se conoce como zona diamante”.
Por ello, es urgente mitigar los efectos que tiene la actividad turística en los ecosistemas costeros, integrando en sus planes de desarrollo programas de protección de la biodiversidad y, en el caso de Quintana Roo, se está avanzando a gran escala en la deforestación del mangle y las selvas.
“Con el cambio climático, los fenómenos naturales no tienen palabra, ni ley, son erráticos, evolucionan de una forma impresionante; entonces, si las zonas costeras acaban con sus barreras naturales, están expuestas al impacto devastador de los huracanes”.
Comentó que el programa que coordina busca integrar criterios de conservación de la biodiversidad en el sector turismo en áreas costeras, el cual incluye a Quintana Roo, y lo que han visto es que hay un avance impresionante de la pérdida de sus recursos naturales, que debe parar ya para no exponer el futuro del destino y de su población.
Dijo que, aunque el deterioro de la biodiversidad en las zonas costeras no es privativo del estado, sino de todo el país, sí hay una gran presión sobre Quintana Roo, dado que tiene un gran potencial turístico, cuyo desarrollo no ha sido sustentable; prueba de ello es la pérdida del 60 por ciento del manglar y la contaminación del manto freático
