LÁZARO CÁRDENAS,Quintana Roo.-Detrás de un plato de comida tradicional, ya sea relleno negro, cochinita pibil o chicharrones que se comparte durante los 12 días de fiesta en honor de la Virgen de la Inmaculada Concepción, patrona de Kantunilkín existe una gran historia que narra a Quintana Roo Hoy el cronista vitalicio, Gaspar Canul Maglah a través de una recopilación de datos de varios años de investigación.
No puede hablarse de la fiesta sin mencionar a los kuucho’ob (cargadores), que vienen siendo los pilares de todas las fiestas tradicionales.
El principal viene siendo el nojoch kuuch (el anfitrión), en cuya casa acuden todos los demás kuucho’ob, él tiene un segundo que es el ka’ p’éel kuuch, quien podría asumir toda la responsabilidad en caso necesario.
Cada kuuch tiene sus propios jnáakulo’ob (socios), quienes los ayudan en todos los menesteres, y en casa de éste se reúnen para la matanza del cochino.
PROCESO
Tres días antes se hace el ts’an sa’ (que consiste en remojar maíz del que al día siguiente se preparará el atole que se toma en la noche anterior a la matanza). También se prepara el vino de báalche’ con la corteza de este árbol.
Una vez que todos se reúnen en casa del nojoch kuuch, habrá una persona a quien se le asigna la responsabilidad de dirigir. Él será quien ofrende el sakab, remoje el vino del báalche’ que se toma el día de la matanza y quien haga la ofrenda del jo’oche’ (altar rustico). Allá prepararán las comidas, cada kuuch pone una cocinera responsable.
En los preparativos para el piib, (horno maya) todos cooperan, desde encenderlo hasta enterrarlo. Al día siguiente al desenterrarlo, cada kuuch se hace responsable de su paila, del que se saca una o dos jícaras para la mesa. Después del rezo se sirve entre los socios y el saldo se reparte entre todos los presentes invitados.
Nueve días antes se iniciarán las novenas, donde cada náakul llevará en un día y hora determinada su ofrenda a la iglesia. El último día del novenario corresponde a los kuucho’ob, ese día sólo se llevará sakab (pozole).
EL DÍA DE LA CELEBRACIÓN
El día del movimiento, en casa del nojoch kuuch después de que se entierra el piib (octavo día) se rezan nueve rosarios de manera continua, que dura toda la noche hasta el amanecer.
A la hora de la comida se repartirá entre los presentes, dulce de plátano. Cuando se entierra el piib, en recipientes aparte se ponen las cabezas de cochino que al día siguiente cada uno adornará a su gusto y será llevado a la iglesia donde se hace el Baile de la Cabeza.(Luis Méndez/Quintana Roo Hoy)
